Más de 120 tutoras de Estados Unidos, Paraguay, Argentina y Chile protagonizaron la jornada de trabajo.
“Cómo gestionamos la motivación de las familias en HIPPY”, fue el eje central del Encuentro Anual de tutoras HIPPY LATAM, que reunió a más de 120 tutoras representantes de Paraguay, Argentina, Estados Unidos y Chile, quienes aprovecharon la oportunidad para intercambiar estrategias y experiencias en el programa.
HIPPY -denominado así por su nombre en inglés Home Instruction for Parents of Preschool Youngsters- es un programa de visitas domiciliarias que surgió en Israel hace 50 años y que actualmente tiene presencia en 15 países.
Al inicio de la jornada, el CEO de HIPPY Internacional, Benny Feifel, también se conectó al encuentro desde Israel, quien destacó el rol de las tutoras en cada país. Enfatizó en la gran responsabilidad que éstas tienen, ya que son las encargadas de educar a padres, madres y cuidadores, para que sean los primeros educadores de sus hijos e hijas. Es decir, “ellas son la base del programa HIPPY”, afirmó.
Siguiendo la línea de su objetivo, durante el encuentro se buscó compartir y visibilizar entre todos los asistentes los avances de los niños/as, que cada país comentara su estrategia para fortalecer el trabajo con los padres para permanecer en el programa y cómo mantener la flexibilidad con las tareas, horarios y contexto dependiendo de la situación de cada familia.
Victoria Zambrano, tutora HIPPY de Cañete, sostuvo que “es importante que las tutoras puedan compartir su propia experiencia para hacer ver a las mamás que las actividades son fáciles de realizar, entretenidas y adecuadas a la edad de los niños”.
Sumado a esto, agregó, también es bueno que las propias familias cuenten su experiencia, las que ya han pasado por HIPPY, su metodología, las actividades y el impacto que ha tenido en sus hijos/as. Otro aspecto importante, añadió, “es la empatía y ser flexibles en cuanto a horarios, para que las mamás que trabajan o que tienen otras obligaciones se sientan apoyadas”.
Este programa busca empoderar a los padres, madres y/o cuidadores para que sean los primeros educadores y formadores de sus hijos/as, promoviendo el desarrollo del lenguaje, motor cognitivo y socioemocional de niños/as de entre dos y cuatro años.
“Es maravilloso ver cómo HIPPY funciona en distintos contextos. HIPPY tiene estos pilares que son iguales en todas partes, entre los cuales está el rol de la tutora comunitaria. Es uno de los elementos que nos fascinó originalmente de HIPPY y que uno confirma cada vez que escucha a estas grandes mujeres hablar con amor del programa y de cómo van construyéndolo día a día desde las interacciones con sus familias”, expresó Carolina Andueza, directora ejecutiva de Fundación CMPC, quien ofició de moderadora del encuentro anual.
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