Nos acostumbramos a escuchar lo peor de esta planta sin preguntarnos de la verdad y la comprobación técnico científica de estos dichos, Pedro Barrueto, con todo su conocimiento en el área de la biología nos aclara algunas verdades y entrega algunas recomendaciones.
Escribe L. Pedro Barrueto (Dr. en Fisiología de Plantas):
EL EUCALIPTO UN SEGMENTO IMPORTANTE DEL ÁREA FORESTAL Y ECONOMÍA CHILENA
Al eucalipto en nuestra región, hace tiempo que lo colocaron en el banquillo de los acusados, como enemigo del medio ambiente. Sin embargo, en otros países lo adoptaron como hijo prodigo. Entonces, ¿quién está engañado?. ¡Veamos!
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Interesante, en nuestro hemisferio, el eucalipto es un árbol plantado desde la Patagonia chilena, pasando por el trópico hasta el Canadá, a pesar que, es originario de Australia y Australia no reclama, “callada el loro”.
Sin embargo, al otro lado del mundo, ósea, en el otro hemisferio, Australia, China, India, son países campeones mundiales en número de hectáreas plantadas con esta “mirtácea”.
Y por hablar de mirtácea aquí en Chile tenemos 2 importantes parientes del eucalipto el arrayan y la murtilla, dos especímenes anatómicamente bien diferentes del eucalipto.
Sin embargo, parecidos en su follaje perenne y su resistencia a las adversidades de clima: frio, calor, suelos rústicos, plagas y enfermedades.
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Mi primera experiencia con el eucalipto fue en mi infancia en Cañete.
Allí en el Fuerte Tucapel, en la década del 40 del siglo pasado, había eucaliptos plantados, no me recuerdo si pocos o varios, conviviendo con algunos boldos en perfecta harmonía.
Mi madre me llevaba a pasear, pues vivíamos cerca, y me hablaba de Pedro de Valdivia y Caupolicán, diciéndome, que en este lugar ambos habían peleado. Fueron mis primeras aulas de historia de Chile a los 5 años.
Elogio la iniciativa de la persona que decidió plantar eucaliptus en aquellos años en ese lugar, hoy seguramente con más de 100 años de edad, resistiendo y luciendo una gran resiliencia. Ahora, que especie serían: no se.
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En las diferentes latitudes el Eucalyptus: (dunnii, globulus, grandis, nitens, urograndis, etc.), ha cumplido una misión ecológica, social y económica.
Ecológica, porque absorben millares y millares de toneladas de CO2 y no hacen asco de suelos degradados o poco fértiles.
Social, porque oferta millares de puestos de trabajos directo e indirectos a nivel regional, aproximadamente, 150 mil en Chile.
Económica, porque su madera es usada en construcción civil: casas, muebles, puertas, etc. más aun, puede ser exportada.
Inclusive, esto ha permitido salvar el bosque nativo, de la depredación, entre ellos, el grupo de los Nothofagus.
Ya que estos, en tiempos pasados fueron diezmados sin piedad por los bancos aserraderos, visto que, en el país, no había otra alternativa para la construcción civil, ni para cocinar los alimentos, fuera del carbón y la leña.
Famosas fueron las empresas madereras: Bima, Ralco, Endesa, y los Altos Hornos de Corral en Valdivia, esta última, usaba carbón y leña para fundir el hierro usado por el polo industrial valdiviano, que los alemanes consolidaron.
Por otro lado, su celulosa es usada en la fabricación del papel, materia prima del saber: libros, cuadernos, diarios, etc.,
También porque, trae billones de dólares (entre 4 a 5 billones de dólares) para el país y con eso, fortaleciendo los lazos entre el mundo rural y el urbano, además de, fortalecer la magra economía chilena.
Recordemos que las exportaciones de Chile en: celulosa, cobre y litio representan aproximadamente el 50% de las exportaciones nacionales.
Inclusive más, los eucaliptos ahora están consorciándose con la agropecuaria, por tanto, tenemos un nuevo abordaje tecnológico: produciendo madera, leche y carne, una integración que está dando cierto en América Laina y África además de fortalecer a economía rural.
Interesante este aspecto porque, al eucalipto se le achacó, injustamente, ser una mono cultura de homeóstasis vulnerable ecológicamente hablando.
El trigo, cebada, papas, etc. siempre fueron una mono cultura en Chile y nadie ha dicho nada sobre vulnerabilidad ecológica.
Por otro lado, la biotecnología también ha sido convidada a este banquete del eucalipto, produciendo clones regenerados in vitro.
Hoy día, en el mundo de la biotecnología, los clones son super negociables y lucrativos.
Todo esto, dentro de un nuevo modelo de producción forestal y tecnológico, que significa progreso científico y aumento de la productividad forestal y mayor eficiencia del complejo silvicultural.
En consecuencia, no podemos negligenciar la importancia de los eucaliptos ni de los pinos, ambos presentes en el fortalecimiento de la macroeconomía planetaria.
Pues, los gobiernos recogen muchos impuestos de valor agregado de los derivados tecnológicos de la fotosíntesis: madera, celulosa, miel, fármacos.
Además, como lucro gratis, reciben la despolución de nuestra atmósfera absorbiendo el C02 en exceso, de los combustibles fósiles y de los incendios forestales.
Según la CONAF, estos incendios en un 90 % son producidos por el hombre y no por los conejos, estos últimos, calumniados y difamados en su honra ecológica, gratuitamente, por un pseudo- zoólogo, pero, super encumbrado.
Interesante, en Brasil existen aproximadamente 5 millones de hectáreas de plantaciones forestales, eucaliptos y pinos, pero, nunca se escucha hablar de este tipo de incendio.
Por el contrario, es el bosque nativo tropical, es el que pega fuego, en los diferentes biomas, motivo: expansión de la frontera agrícola y pecuaria por particulares.
Sin embargo, las multas son pesadísimas por la CONAF brasileña, especialmente, por este gobierno que recién entró.
Él ha impuesto tolerancia cero, no solo contra incendios forestales del bosque nativo, sino que también, contra la mineración y la pesca furtiva en su rico interior tropical.
Es conveniente recordar que, en Chile, el bosque nativo cubre aproximadamente unas 15 millones hectáreas de la superficie continental tal del país, y las plantaciones forestales algo así como 3 millones.
En porcentajes, esos 15 millones representa aproximadamente 20 % del territorio nacional dedicados a parques y reservas nacionales.
Por tanto, ellos simbolizan todo nuestro patrimonio genético y diversidad silvestre, a proteger y pesquisar sus potencialidades científicas y fitoquímicas, y no ser apenas, piezas de un museo botánico o, vitrinas turísticas de limitado dinamismo y eficiencia.
Para eso, Chile tiene el desafío invertir mucho más de su PIB en Investigación balanceando adecuadamente los recursos en investigación básica y aplicada.
Interesante que, aproximadamente el 75 % del bosque nativo, se concentra en la Patagonia chilena, vale decir, Magallanes, Aysén y los Lagos.
El otro porcentaje, queda disperso a lo largo y ancho del país. Ahí entonces, encontramos la Cordillera de Nahuelbuta, que va desde el rio Bio Bio hasta el Rio Imperial.
Dentro de esta insigne cordillera, está el Parque Nacional Nahuelbuta con 6500 hectáreas con sus imponentes araucarias además de: maqui, boldos, copihues, coihues, robles, droseras, digüeñes, torcazas, pitios, choroyes, pumas etc.
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Entonces, si nuestro patrimonio botánico y zoológico, endémico, está protegido por CONAF, ¿dónde está el problema de explorar áreas particulares, para las especies no nativas, como eucalipto y pinos por un productor rural o empresa forestal?
Si países como Brasil, China, USA, España, Francia, etc. tienen espacio para plantar eucaliptus y pinos y su regulación forestal propia al respecto, porque Chile, soberanamente, no podría decidir hacer lo propio, ¿qué purismo ideológico es ese?
¿Dónde están las razones tecnológicas y científicas que lo impiden?
La verdad no existe, apenas existen posturas dogmáticas e ideológicas, y este tipo de postura hay que rechazarla, porque son contrarias a la reflexión, a la duda y al progreso de la ciencia y, en este campo, verdades a ciega no son aceptadas.
Se acusa al Eucalipto de consumir mucha agua y degradar al suelo. Esa es una acusación infundada, un tiro en lo oscuro.
¿Por qué?, porque todas las plantas vía fotosíntesis, pierden agua por transpiración, y eso es básico en Fisiología y Ecología de plantas, desde las araucarias en la Piedra del Águila, hasta los tilos de Plaza de Armas en Cañete.
En una plantación de eucaliptos existen alrededor de 1300 plantas por hectárea, dependiendo del espesamiento adoptado.
Una hectárea de maíz, poroto etc., puede haber entre 200 mil a 400 mil plantas.
¿Y entonces? ¿cuál de las dos culturas va a evaporar (transpiración) más agua en la edad adulta?
Piense por ejemplo en 100 o 1000 ha. de maíz, lo cual es común en Brasil, USA, China, Argentina o valles de Valparaíso.
En Brasil por ejemplo, y dependiendo de la región, pueden haber entre 2 a 3 zafras en el año de maíz y soja, y todo eso, con sistema sofisticado de irrigación. ! ¡Vaya consumo de agua!
¿Y el eucalipto? No usa sistema de irrigación, tiene la ventaja de que, en invierno, la naturaleza lo riega de gracia.
Por otro lado, en el bioma cordillerano de Nahuelbuta, la neblina marina del Pacífico, durante todo el año, le proporciona mucha humedad a las hojas y al suelo lo que es una grande ventaja ecológica, para todo y cualquier tipo de foresta en la región.
El bosque esclerófilo de la región central costera de Chile, se beneficia mucho por este fenómeno.
La absorción de agua por las hojas, es un tema interesante dentro de la fisiología de plantas, por desgracia, poco estudiada.
Entre tanto, el parque relicto Fray Jorge en la Serena, sobrevive gracias a este fenómeno de neblina versus condensación.
Finalmente, no me extiendo más sobre el asunto y termino diciendo que la agricultura empresarial o familiar, en general, consumen el 75 % del agua dulce en el mundo. ¿Y en Chile cuánto es?
Inclusive, se acusa al riego agrícola de ser eficiente apenas en un 70 %, el 30 % restante es agua derrochada.
También, ¿alguien sabe que porcentajes de los terrenos agriculturarables en chile, Bio Bio por ejemplo, están técnicamente degradados?
Esa información es importante para producir alimentos, renta y fijar el hombre al campo.
Este tema no es poco cosa, visto que, está relacionado con el flujo migratorio campo /ciudad.
En Cañete hay mucha historia sobre esa tal emigración, inclusive, las forestales ocuparon ese espacio, seguramente el PRODESAL debe tener estadísticas al respecto.
En el campo silvoagropecuario está moda hablar de la sustentabilidad y desequilibrio ecológico (producción de metano y óxido nitroso) ok, está correcto. Pero, también hay que hablar de productividad, innovación, y mejor planificación del mundo rural, para ser competitivo y ganar mercados especialmente ahora, con toda esa turbulencia del cambio climático
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Exactamente, después de la caída del muro de Berlín, deberíamos fomentar el debate de ideas franca y cordial, en busca del consenso, en lugar del jacobinismo intransigente y estresado.
Como dijo el filósofo de lo obvio, vamos defender los valores básico de nuestra democracia: el dialogo, el respeto y la verdad, porque, es eso lo que hace grande una democracia.
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