No me resulta grato comentar estos temas que están reñidos con la moral, los valores y el verdadero espíritu del deporte, no obstante debo reconocer que el desarrollo de los acontecimientos, ha sobrepasado todos los límites permitidos.
Lo que ha ocurrido en la ANFP y la vergonzosa salida de su presidente Sergio Jadue, por estar involucrado en un caso de corrupción a nivel de FIFA y CONMEBOL, me parece de extrema gravedad y muy dañino no solo para el futbol chileno sino que también para el país.
Me preocupa el daño que puede provocar en lo estrictamente deportivo, o sea, las repercusiones y consecuencias que puede generar en los Campeonatos, en las Selecciones Nacionales y en los Clubes. Tengo miedo, que así como están las cosas, se pueda repetir la historia de ha ce 5 años cuando se fueron Mayne Nicholls y Marcelo Bielsa, lo que realmente sería lamentable desde todo punto de vista, sobre todo considerando los últimos logros alcanzado por nuestra Selección Nacional.
No me explico porque el entorno insiste en mezclar peras con manzanas. Me pregunto ¿Qué tiene que ver la crisis política dirigencial con Sampaoli y la Selección? En una empresa cuando se va un gerente no necesariamente se tienen que ir los empleados. Que se vayan los inoperantes, los corruptos, los malos elementos, pero de ninguna manera, los eficientes, los honrados y los buenos elementos.
El futbol chileno, necesita a Sampaoli, no creo que exista otro pensamiento en distintos estamentos de la actividad, independiente de quienes sean los dirigentes o el presidente de turno en la ANFP. Pensar que otro gobierno en el futbol, va a desconocer la capacidad profesional del técnico argentino y los notorios progresos en resultados y competividad, sería lo peor que pudiera pasar.
Por favor no confundamos las cosas y no generemos esa especie de incertidumbre que lo único que provoca es inestabilidad organizativa, y genera dudas en Sampaoli de cara al futuro. Acá la solución a la crisis, es un cambio profundo en los estatutos y en la estructura, todo esto acompañado de gente nueva con capacidades probadas y con visión futurista, Hay que tecnificar el organismo rector del futbol y ponerlo a la altura de los tiempos. La tarea será dura para quienes asuman en el nuevo directorio, pues si bien es cierto, la Selección con sus triunfos eclipsa la verdadera realidad de nuestro futbol, no podemos esconder las debilidades de la actividad.
Demos una vez por todas, un golpe de timón. Saquemos el barco de estas aguas tormentosas y llevémoslo a buen puerto, antes que sea demasiado tarde.
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