No cabe duda que la partida de Jorge Sampaoli y la llegada de Juan Antonio Pizzi a la banca de la Selección Chilena de futbol, es un hecho que pondrá a prueba la solidez y la consolidación de un equipo, por sobre los elementos circunstanciales que provoca un cambio de esta naturaleza.
Siempre se ha dicho que la importancia de un Técnico es relativa. Ahora veremos si esa afirmación tiene validez. Nuestra Selección, ha demostrado desde un tiempo a esta parte, poseer un nivel muy alto de juego, sobre todo en el aspecto colectivo, y para cualquier Entrenador, eso representa un valor muy importante. Sin embargo, el desafío para Pizzi tiene sus riesgos, considerando que la vara está muy alta en materia de resultados y rendimiento.
Chile, actualmente es una Selección respetada en todo el mundo (5 en el Ranking FIFA) y este prestigio se lo ha ganado jugando un futbol ofensivo, de buen ritmo, gran despliegue físico y muy atractivo para la vista de cualquier espectador. Decir que todo esto es solo gracias a Sampaoli, es ser muy. Injusto y subestimar la capacidad de los futbolistas que componen la base de este equipo. Son ellos los que han entendido el mensaje de buena manera y se han comprometido con la idea, convencidos que es el camino correcto para conseguir triunfos y cumplir objetivos.
No creo que el nuevo Técnico, vaya a echar por la borda todo lo que se ha conseguido en los últimos años. Tengo la sensación que habrá una continuidad en la forma y estilo de juego, con los matices propios y la impronta, que cada técnico posee dentro de su filosofía.
Me preocupa que el exitismo del hincha, el cual se acostumbró a ver una selección ganadora, le vaya a jugar en contra a Pizzi, y que esto pueda generar una presión desmedida que afecte a los futbolistas. Lo peor que pudiera pasar es que el fantasma de Sampaoli influya negativamente y que nos apartemos de los objetivos. Lo más importante es seguir manteniendo de manera inalterable la mentalidad que al aparecer ya se instaló definitivamente en nuestros seleccionados.
Espero que esta nueva etapa, pueda consolidar y proyectar el proceso de la Selección Nacional de cara al futuro, pensando en la tan comentada renovación. Para tal efecto necesitamos mejorar algunas cosas en el plano organizativo y entregar mayores y mejores herramientas al futbol formativo.
Ojalá que este nuevo ciclo que comienza, pueda trabajar tranquilo, con la convicción de seguir mejorando en ese aspecto, para que la ilusión arraigada en el alma nacional, sea la principal motivación, en busca de nuevos triunfos y alegrías para todos los chilenos.
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