En el aniversario 52 del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), su Director Nacional, Julio Kalazich, y el Director Regional de INIA Quilamapu, Rodrigo Avilés, hicieron un balance del último año resaltando la actividad realizada en diferentes áreas de la agricultura nacional y de la Región del Biobío.
Director de INIA: "Seguiremos apoyando a los agricultores para enfrentar desafíos como el cambio climático y un desarrollo sustentable e inclusivo del agro"
"Hoy estamos cumpliendo 52 años de vida y en los años que vienen seguiremos apoyando a los agricultores para enfrentar desafíos como el cambio climático y el desarrollo sustentable e inclusivo del agro, en este nuevo escenario productivo que exige producir más alimentos, de mejor calidad, e incluso con propiedades benéficas para la salud, con un eficiente uso del agua, con menos agroquímicos y cuidando el medioambiente".
De esta manera el Director Nacional del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Julio Kalazich, resumió los nuevos retos que tiene de esta institución, dependiente del Ministerio de Agricultura, creada el 8 de abril de 1964.
“En los años que vienen seguiremos cumpliendo a cabalidad nuestro rol de entregar información objetiva, imparcial y confiable, mejorando cada vez el acceso a la información y ampliando los canales de comunicación; continuaremos generando paquetes tecnológicos para los distintos rubros que hoy están enfrentados a nuevos escenarios, de escasez de agua, mayor incidencia de malezas y plagas, entre otros problemas. Además, trabajaremos con mucho ahínco para que el país cuente, lo antes posible, con las primeras variedades de manzanas y cerezas chilenas y con nuevas alternativas en trigo, avena, arroz, papa, uva de mesa, entre muchos otros productos y semillas, que permitan seguir desarrollando con éxito la producción agroalimentaria nacional", afirmó.
También resaltó los 341 proyectos ejecutados en áreas tan diversas y de primera necesidad como el cambio climático, recursos genéticos, gestión hídrica, agricultura sustentable, alimentos saludables y transferencia tecnológica. A ello sumó las actividades de capacitación a extensionistas, las que llegaron en forma directa a más de 28.700 agricultoras y agricultores, y la generación e inscripción de 6 nuevas variedades, con las que se superó las 270 a lo largo de su historia, consolidándose como la institución que más variedades de alimentos chilenos ha aportado al país.
Balance en nuestra Región
En la Región del Biobío INIA Quilamapu lidera el desarrollo de la investigación agrícola, para lo cual cuenta con 25 áreas de investigación, 13 laboratorios, un Centro Tecnológico de Control Biológico y un Banco de Recursos Genéticos Microbianos, todos los cuales se orientan a cubrir la demanda actual y futura de la agricultura regional y nacional.
En este contexto, el Director Regional de INIA Quilamapu, Rodrigo Avilés, al hacer un balance del último año, resaltó el trabajo realizado que se inserta dentro de las prioridades del Ministerio de Agricultura. Entre las áreas de investigación que tuvieron especial relevancia en 2015 destacó:
1) El Programa de Mejoramiento Genético de Manzano, que junto al sector privado y exportador, trabaja en la generación de la primera variedad de manzana chilena con especiales características de interés para el mercado internacional y local. A la fecha se cuenta con 45 mil plantas en un huerto de 5 hectáreas en el Campo Santa Rosa de INIA en Chillán, y 17 selecciones avanzadas destinadas a convertirse en variedades. La primera variedad de manzana chilena estará disponible en 2021.
2) El Centro de Transferencia Tecnológica y de Extensión CTTE Arauco Sustentable, que impulsa el desarrollo agroalimentario de la provincia, liderando diversas iniciativas como un proyecto con la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, Conadi, para estimular la producción y venta de plantas de hortalizas en comunidades indígenas de Tirúa; un proyecto de rescate y valoración de la frutilla chilena; actividades de extensión con la existencia de cinco grupos de transferencia tecnológica en los rubros ganadero y papas.
3) El Banco de Recursos Genéticos Microbianos, instalado en dependencias de INIA Quilamapu en Chillán. Es el primero en América Latina con reconocimiento de Autoridad Internacional de Depósito lo que lo hace integrar el selecto grupo de 41 Bancos con esas características en el mundo. Posee una colección de más de 2 mil microorganismos entre bacterias y hongos, que conforman el patrimonio microbiano de Chile, y de los cuales surgirán los nuevos usos en áreas tan diferentes como la agricultura, medicina, farmacia, minería, alimentación, biotecnología, etc. Especial mención requiere el trabajo conjunto con Conaf y con CABI de Inglaterra, para las labores de rescate y reintroducción de especies vegetales en peligro de extinción en la Isla Robinson Crusoe en el archipiélago Juan Fernández.
4) El surgimiento de nuevas variedades de cereales. En el último año, la Región del Biobío vio nacer una nueva variedad de trigo candeal (Queule-INIA) y dos variedades de arroz (Cuarzo-INIA y Platino-INIA) que se integran al mercado nacional. En 52 años de existencia, sólo en esta región, el INIA ha creado 32 variedades de trigos para pan y pastas, 9 variedades de arroz, 11 variedades de porotos, 3 de lenteja, 2 de arveja, 2 de garbanzo y una de cebolla.
5) Trabajo junto a viñateros del Valle del Itata. INIA está fortaleciendo su colaboración con los viñateros, para lo cual ha creado tres grupos de transferencia tecnológica (GTT) ubicados en Ránquil, Coelemu y Quillón, a través de los cuales los 40 productores involucrados en ellos reciben capacitación permanente en distintos ámbitos de la producción vitivinícola, con la finalidad de incrementar producción y calidad en sus vinos. Paralelamente, y con el financiamiento del FIA, se inició un proyecto que involucra a los viñateros en la elaboración de nuevos productos viníferos apuntando a la obtención de uvas de calidad.
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