Pese a ser un país con una larga costa, somos muy malos consumidores de algas marinas, sobre todo de las que tradicionalmente se extraen en nuestras costas. Las especies chilenas más utilizadas como algas comestibles, ya sea para consumo interno o para exportación, corresponden a Cochayuyo (Durvillaea antarctica), Chicoria de Mar (Chondracanthus chamissoi), Luche Pyropia spp (ex Porphyra spp), Carola Callophyllis variegata y Lechuguilla (Ulva spp).
Entre estas, el cochayuyo, es un alga marina muy tradicional de nuestro país y que sin embargo se consume muy poco. Este alimento es un reservorio de calcio, hierro, magnesio y manganeso; con propiedades superiores a la leche, las lentejas o el hígado de pollo. Su aporte de proteínas es superior a los cereales tradicionales como el maíz, trigo y arroz integral.
Posee una muy buena fuente de vitaminas, como A, B1, B12, C, D, E, Ácido Fólico y también de minerales, como Sodio, Potasio, Cloro, Sulfuros, Fierro, Yodo. También posee ácidos grasos Omega 3. Complementan a las proteínas y fibra en cualquier dieta, además de poseer propiedades desintoxicantes. Además, ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares. Ayuda a eliminar metales pesados gracias a su alto contenido en cisteína; aminoácido con propiedades hepatoprotectoras. Se puede consumir hidratada o seca.
Posee un elevado contenido de antioxidantes como polifenoles y fucoxantinas, los que participan activamente en la regulación metabólica del organismo, previniendo el envejecimiento celular. Esta acción antioxidante convierte a las algas en un alimento protector frente a enfermedades crónicas como la resistencia a la insulina, la diabetes, la obesidad, dislipidemias y enfermedades cardiovasculares, entre otras.
Si queremos prevenir y envejecer en buen estado de salud, pues deberíamos seguir el ejemplo de los japoneses, quienes tienen una alimentación bastante balanceada y donde las algas son protagonistas en muchos de sus platos (Régimen Okinawa). Japón es el país con mayor consumo de algas por habitantes y al mismo tiempo cumplen récords en esperanza de vida.
El cochayuyo es recomendado para personas diabéticas en proceso de adaptación a las dietas sin azúcares, ya que ayuda a controlar los niveles de insulina en la sangre, disminuyendo los antojos y el apetito entre comidas.
Cuando a los bebés, les están saliendo los dientes, se les puede pasar un palito de cochayuyo desinfectado, para ayudarlos a aliviar el dolor de la dentición. Se estima que para el año 2054 se necesitarán 56 millones de toneladas métricas de algas como fuente alternativa de proteínas, lo que representa el 5,94% de la demanda mundial de proteínas.
Claudia Narbona
Académica Nutrición y Dietética, UCEN
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