El voto es un derecho adquirido, desde que se cumple la mayoría de edad, es cuando pasas a decidir no sólo por ti, sino por lo que quieres para el país, y para quienes forman parte de en este caso, Chile.
Por un lado votar, es ejercer tú derecho cívico de poder manifestar tú interés por uno u otro candidato, de acuerdo a tus intereses sociales y/o políticos, pero en sí, el voto es la forma, el recurso que tiene cada ciudadano de nuestro país, mayor de edad, para decidir, definir los caminos como estado, como gobierno, como sociedad.
Sin duda, las manifestaciones sociales, las protestas ciudadanas, dan cuenta de una realidad que los chilenos y chilenas quieren mostrar y que está pasando, y aunque claramente es una acción valida, carece de sustento, a razón, de quedarse solo en la protesta o manifestación no soluciona las cosas, sólo por el hecho de manifestarse, y es ahí donde el voto asoma, agarra fuerza e importancia, y sin duda validez.
Mucho hay hoy de descontento social, de quejas ciudadanas, de que las cosas se están haciendo mal, de que hay mucho que corregir, pero todo lo anterior queda en nada, si solo hay quejas y no acción, y en ese sentido no hay mejor forma de manifestar ese descontento, esa queja, que ir a votar, es la forma más cívicamente posible de poder y querer cambiar las cosas.
Sin duda hoy es importante ir a votar, las últimas elecciones han dado cuenta de un fenómeno llamado abstención, que si bien podría ser entendido, no puede ser validado. Puede que falte cultura cívica, puede que falte inculcar la importancia de ir a votar, pero la abstención no es el camino, porque después resulta contradictorio manifestar o protestar por algo que puede ser perjudicial, pero si no se ha ejercido el voto, dicha expresión o reprobación por alguna decisión tomada por el gobierno o el parlamento carece de validez, porque en su momento cuando se tenía la opción de votar, este derecho no fue ejercido.
*** SIN COMENTARIOS INGRESADOS***