Notable el artículo que nos envía Pedro Barrueto, una verdadera radiografía del chileno, de la cultura del "Más o Menos", como nos ha descrito Neruda, Nicanor Parra y otros. Enlaza esto, con nuestra zona de rezago y el reciente anuncio de un Centro de Formación y capacitación en Arauco.

Ahora en mis vacaciones de verano en Santiago, compré un libro de Walter Isaacson, cuyo título es "Lecciones de un liderazgo" (Buenos Aires, Ed. Debate-2014), sobre el pensamiento profesional de Steve Jobs.

Como sabemos, Jobs fue uno de los empresarios más espectaculares del siglo XX, creó en 1976 la empresa APPLE de la nada, desde el garaje de su casa en California.

Y hoy, tal empresa es una de la más importante del planeta junto con su concurrente la Microsoft de Bill Gate, otro gigante mundial de softwares y electrónica de la informática.

Es oportuno mencionar que Jobs y Gate provenían de familias de clase media, y no, de familias adineradas americanas herederas de fortunas. Para peor, Jobs tuvo una triste infancia.

Por otro lado, no se puede dejar de mencionar que Jobs fue en su juventud un Hippy, o sea, un soñador, un amante del Rock and Roll, un inconformista de los gobiernos de turno, más también, un místico en su paso por la India.

Quien diría que saldría algo positivo de todo eso, Jobs por ejemplo, no sacó ningún título universitario, fue un romántico como Paulo Neruda, pero en el área de la tecnología electrónica de la comunicación.

Bien en el libro, Jobs dá la receta para ser un gran emprendedor e innovador. Entre el largo rosario de consejos citó uno que me llamó la atención: exigir perfección en el trabajo, nada de "más o menos" ni de cosas a la pacotilla.

La perfección, yo diría fue la marca registrada de Jobs en su vida profesional, fue un punto que jamás transó como jefe de la APPLE.

Por eso también, solo admitía trabajar con los mejores profesionales del ramo, o sea, priorizó el mérito, nada de maestros chasquilla, nada de "expertiños", nada de carta de recomendaciones, ni ganar dinero fácil en la fabricación de sus productos, aplicativos y softwares, tales como: Macintosh, iPods, iPhones, iPades.

Por eso mismo, sus profesionales eran los mejores pagos del ramo, nada de salario mínimo más un "pichintun".

Si preciso, estudiaban mucho noche adentro y fines de semana, para resolver los problemas de los proyectos y los futuros lanzamientos de mercado.

Es verdad que fue áspero y tosco, mas, supo inspirar entre sus colaboradores la pasión por la vanguardia, la confianza en la innovación y conciencia de la importancia del mercado, o sea, en la competitividad.

Hasta donde yo sé, no era religioso ni pechoño, ni asociaba sus victorias a la gracia de Dios, sino al trabajo, a la capacidad y habilidades profesionales, o sea, al sudor de la camiseta.

En Chile, seguramente Jobs no habría dado cierto, somos el país de la mediocridad, del "más o menos" y de los sueldos bajos. De la indicación política o familiar, de la cuña y del cuoteo, para ocupar puestos y cargos. Somos el paraíso del pituto, forma solapada de corrupción y de falsa caridad.

Luego, luego a Jobs, lo habrían calificado de chupa sangre, mata de arrayan florido, fuera de foco y así por el estilo.

Monseñor Oscar Larson, nuestro asesor espiritual del pensionado universitario católico donde me albergué en Santiago, decía que Chile era el país del "más o menos".

Nos decía, pregunte le a alguien por la salud, él dirá que está más o menos, pregúntele a un estudiante como le fue en la prueba, responderá que más o menos. Cuantos ganas en el trabajo, más o menos, como andan los negocios más o menos.

Y acotaba, un cristiano no puede ser mediocre, tiene que dar el ejemplo, en: puntualidad, responsabilidad, respeto por la palabra empeñada, probidad, autoconfianza, corrección, osadía, etc. etc.

Hace años atrás Neruda, dijo una frase famosa: en Chile si Ud nace tonto, lo nombran embajador, o sea, es una cuestión de tráfico de influencia y no de méritos ni perfección profesional.

Sebastián Dávalos, por ejemplo, con que méritos fue funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores?, o alto funcionario de la Moneda?. Por ser hijo de la Presidenta?, por ser militante del Partido Socialista?

No soy enemigo de los políticos ni de los partidos, pero, al igual que toda la ciudadanía rechazo practicas reñida con la moral y la ética. La administración pública no es un botín a ser repartida por los partidos de turno en la Moneda.

Ojalá que la Comisión Engel, proponga cosas en armonía con la ciudadanía especialmente, respecto a la corrupción política denunciada, mayor autonomía de las regiones, límite de la reelección de parlamentarios, para fortalecer la renovación política, y, eficiencia en la gobernanza del estado, aspecto este, que parece a nadie importar, dicho esto, por las colas y burocracia que hay que enfrentar.

Los escritores chileno han registrado bien esta indignación. Jorge Edwards el año pasado ha dicho: " somos mediocre no a la pala, sino por toneladas, no se cómo la casa no cae".

Nicanor Parra nuestro antipoeta mundial, dice que: "SOMOS UNA PLASTA", refiriendo se a chile, en el libro: "Poemas para Combatir la Calvicie" (Fondo de Cultura Económica, Stgo.12 edición -2013).

Aprovecho de recomendarlo, como siempre he dicho: si los chilenos leyéramos más frecuente a Nicanor, con certeza nuestro país sería mucho mejor, porque el usa el humor, la ironía y la rebeldía con mucha maestría para criticar nuestros defectos.

Por otro lado, recordemos, el escandaloso caso de Gabriela Mistral, primero ganó el Premio Nobel de literatura, 1945, después, mucho después, 1951, el Premio Nacional de Literatura.

Que fue! porque ese atraso?.

¿Faltó cuña?, ¿fue discriminada por ser mujer?, ¿no militaba en ningún partido político?. ¿No había mérito en su obra?

¿Quién sabe decir???.

Interesante mencionar, que tal premio fue instituido en 1942 por un cañetino, don Juan Antonio Ríos, sin embargo, hasta ahora, ningún coterráneo lo ha ganado, no hace falta!!, diría un un frívolo.

Sobre exigencias y probidad puedo hablar tranquilamente sobre el tema, he trabajado más de 30 años en investigación científica pero la mayor parte en el extranjero, Brasil, Inglaterra y California, sé lo que significa eso en términos de exactitud, objetividad, rigor y superación de errores, y, cuanto eso es importante para un país en producción de conocimientos, tecnologías, formación de capital humano.

El concepto de capital humano es interesante en termino de capacitación profesional, porque no se refiere a profesionales pura y simplemente, sino a profesionales altamente especializados en áreas estratégicas de desarrollo del país, por ejemplo, biotecnología agrícola y humana y muchas otras áreas que no tienen, también masa crítica, comprometidas con el estudio científico del pais, capaz de transformar conocimiento en tecnologías para el mercado, como lo hizo Steve Jobs con la APPLE en California.

ZONA DE REZAGO

En el ámbito regional, el problema es que Arauco es una zona rezagada, o sea, falta capital humano y financiero, privado o público, para su crecimiento en infraestructura y dar un salto al frente, pero, es ahí que los políticos, la ciudadanía y los movimientos sociales entran a jugar un papel importante como catalizadores.

La propuesta reciente de crear un Centro de Educación Técnico Profesional (www.lanalhuenoticias.cl) justamente para perfeccionar la obra de mano en la región y acabar con los maestro chasquilla tradicionales, es una excelente iniciativa y recoge un antigua preocupación de Lanalhue Noticias por el progreso de la zona.

La capacitación técnico profesional, es una manera de romper el ciclo de la desigualdad en Chile.

De lo contrario, continuará el ambiente pacato y vecinal de la región, dependiente de los cargos y empleados públicos moviendo el comercio y lo que es peor, sus hijos, emigrando para otras regiones buscando oportunidades.

Por eso, hay que luchar y estimular políticas de Pro-empleos y Pro-capacitación en la región y en esta cruzada, todos unidos y sin colores partidarios, mezquindades ni protagonismos.

Como siempre, dejo aquí mi contribución al debate, en este caso, defendiendo la meritocracia, eficiencia, transparencia y capacitación de la máquina publica para evitar más daños y frustaciones, tangibles e intangibles, a los descendiente de Valdivia, Caupolicán y colonos europeos, tres protagonista de nuestra nacionalidad.

Quién sabe si de todo esto, algún día, nace un segundo Steve Jobs, pero ahora en Arauco, ¿porque no?, al final, no somos todos hijos de Dios!!