Durante las semanas previas a Fiestas Patrias el Servicio Agrícola y Ganadero intensifica la fiscalización del transporte de animales, de alcoholes y productos cárnicos debido al aumento de la venta éstos en ferias de ganado, supermercados, carnicerías y botillerías, entre otros, informó el Director Regional del SAG de Biobío, Roberto Ferrada.
Al respecto, precisó, que al SAG le corresponde fiscalizar la procedencia de la carne, tanto nacional como importada, la nomenclatura de los cortes y la correcta tipificación de éstas. “Nuestros inspectores fiscalizan los medios de transporte de ganado bovino y de carnes, supermercados y carnicerías, entre otros, verificando el cumplimiento de la normativa vigente”.
Agregó que “en las últimas semanas hemos cursado 11 infracciones (Actas de Denuncia y Citación) y uno de los principales incumplimientos que detectamos son infracciones al Decreto N°239 de Comercialización de Carnes Bovina, como por ejemplo vitrinas sin rótulos y falta de anuncio de la categoría de los cortes en venta, entre otros, lo que puede inducir a error en los consumidores al momento de su compra y en el caso de la Ley de Alcoholes por falta de etiquetado del producto”.
En el caso de las ferias de ganado y mataderos el SAG verifica el uso del Formulario de Movimiento Animal (FMA), documento obligatorio para el traslado de bovinos, equinos, ovinos, caprinos, porcinos y otras especies desde un establecimiento a otro, medida establecida en la Ley 20.596 que mejora la fiscalización para la prevención del delito de abigeato, como también el uso del Dispositivo de Identificación Individual Oficial (DIIO) en el caso de los bovinos.
En relación a la Ley de Alcoholes, funcionarios del SAG de Biobío están fiscalizando supermercados, botillerías, distribuidoras de alcoholes, elaboradores de bebidas alcohólicas, oportunidad en la que revisan se cumplan las normas legales y reglamentarias para la producción, elaboración y comercialización de alcoholes etílicos, bebidas alcohólicas y vinagres, con el objeto de garantizar la genuinidad e inocuidad de estos productos y proteger la salud del consumidor, lo que se verifica a través de la revisión documental, de etiquetas, inscripciones en los registros del SAG y composición físico química del producto, obteniendo muestras que se analizan en los laboratorios del mismo Servicio.
Quienes infrinjan la normativa vigente se exponen a sanciones y multas entre 1 y 150 UTM, las que varían dependiendo de la gravedad y reincidencia del incumplimiento detectado.
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