Por más de seis años, los vecinos han advertido el abandono de estas instalaciones. Otras voces critican la falta de visión del Municipio, señalando que, en lugar de insistir arrendar otro edificio (a un costo superior a 30 millones de pesos anuales), podrían haber aprovechado este espacio, incluso habilitándolo como estacionamiento.
La Junta de Vecinos N° 5 ha manifestado su profunda preocupación y descontento ante las autoridades debido al abandono y deterioro del ex hospital de Cañete, situación que culminó en un lamentable incidente: la muerte de una persona en su interior.
Sobre la Junta de Vecinos N° 5
Esta organización social busca mejorar la calidad de vida y brindar tranquilidad a los habitantes de una amplia zona del centro de Cañete, que incluye áreas emblemáticas como el Fuerte Tucapel, el Liceo B-56 y las dependencias del ex hospital. Dicho edificio ha sido objeto de múltiples licitaciones públicas, con el objetivo de convertirlo en un establecimiento educativo de primer nivel, comparable con los mejores de la región del Biobío. Sin embargo, el deterioro y los retrasos en el proyecto han generado frustración.
Tragedia y abandono
El pasado martes 17 de septiembre, poco después de las 20:00 horas, vecinos denunciaron un incendio en el ex hospital, específicamente en lo que antes eran las dependencias de urgencias. El siniestro tuvo lugar en un sector frecuentado por personas sin hogar que, pese a los esfuerzos de la comunidad por despejar el área, habían improvisado un refugio. Trágicamente, una persona que se encontraba durmiendo en el lugar fue víctima de un brutal ataque, siendo rociada con bencina y quemada viva.
Las cámaras de seguridad del sector muestran que Carabineros tardó 12 minutos y 10 segundos en llegar al lugar, mientras que los bomberos arribaron 27 minutos después del inicio del incendio. La víctima no tuvo oportunidad de escapar, y el crimen, perpetrado con extrema violencia, ha conmocionado a toda la comunidad.
Preocupación y solicitudes vecinales
La angustia es palpable entre los vecinos y dirigentes, quienes han advertido durante años sobre la posibilidad de que ocurriera una tragedia. Muchos testigos escucharon los desgarradores gritos de la víctima, lo que ha intensificado el sentimiento de abandono por parte de las autoridades. Los residentes señalan que el problema del Fuerte Tucapel, asociado al consumo de drogas y alcohol, se ha trasladado a esta área, justo en el corazón de la ciudad.
Pese a las denuncias constantes sobre la presencia de grupos que utilizan el ex hospital como refugio para actividades ilícitas, la situación parece no tener fin. Ante la gravedad de los hechos, la Junta de Vecinos N° 5 ha solicitado con urgencia el apoyo de Carabineros y Seguridad Ciudadana, exigiendo rondas de vigilancia más frecuentes. Además, se mantienen vigilantes a través de las cámaras de seguridad, las cuales les permiten emitir alertas ante posibles nuevos incidentes.
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