Los incendios forestales no solo avanzan de manera visible, consumiendo árboles y vegetación en su camino. Existe una amenaza oculta y silenciosa que se propaga bajo tierra: el fuego subterráneo. Este fenómeno, alimentado por las raíces conectadas de los árboles, representa un desafío constante para el control total de los incendios. Es aquí donde entra en acción la labor fundamental de las brigadas nocturnas de ARAUCO, especializadas en la liquidación del fuego oculto.
EL PELIGRO DEL FUEGO BAJO TIERRA
El fuego subterráneo se produce cuando las llamas alcanzan las raíces de los árboles y se propagan lentamente bajo la superficie. Fredy Rojas, Encargado de Protección Contra Incendios de ARAUCO, explica que "las raíces están conectadas entre sí, formando una red de propagación bajo tierra". Este tipo de incendio es especialmente peligroso porque puede cruzar líneas de control sin ser detectado y reactivarse días, semanas o incluso meses después.
BRIGADAS NOCTURNAS: EL TRABAJO METICULOSO DE LA LIQUIDACIÓN
Las brigadas nocturnas de ARAUCO están especializadas en la fase de liquidación del fuego, un trabajo crucial para evitar rebrotes. Julio Alarcón, coordinador de Brigada Terrestre de ARAUCO, señala que "el fuego subterráneo es uno de los más difíciles de controlar. Requiere mucho esfuerzo físico porque tenemos que cavar, mover tierra y asegurarnos de que no queden brasas encendidas".
El proceso de liquidación es minucioso y requiere brigadistas con entrenamiento especializado. "El uso de palas es fundamental para remover la tierra y exponer el fuego escondido", indica Rojas. Además, en algunos casos se emplean pitones especiales que inyectan agua entre el suelo para alcanzar las brasas profundas. "El incendio continúa en la noche. Por eso, el llamado es a la prevención, a evitar riesgos y a mantener las casas limpias con cortafuegos adecuados", agrega Alarcón.
TECNOLOGÍA PARA DETECTAR Y EXTINGUIR EL FUEGO OCULTO
Para combatir esta amenaza invisible, ARAUCO ha implementado un sistema de detección y liquidación que combina tecnología con la experiencia de sus brigadistas. Uno de los principales aliados en esta tarea es el uso de sensores térmicos y drones, que permiten identificar puntos de calor ocultos bajo la superficie.
Dante Sandoval, jefe de operaciones de la empresa Vigilance, explica que "el equipo de trabajo en operaciones nocturnas con una aeronave no tripulada tiene como finalidad entregar una observación aérea de las operaciones de contención, liquidación y también resguardo del personal".
"Esto se realiza a través de un dron con configuración de cámara termal”, detalla Sandoval. "De esta forma, podemos tener una visión clara de lo que sucede en el lugar en tiempo real y distribuir de mejor manera los recursos disponibles".
La coordinación entre los operadores de drones y las brigadas en terreno es clave. Esta tecnología permite trabajar en conjunto con el jefe de la brigada, los brigadistas y el comandante del incidente para obtener una visión más clara del fuego oculto y actuar con precisión en su liquidación.
UN TRABAJO SILENCIOSO PERO VITAL
A diferencia del combate visible de los incendios activos, el trabajo de las brigadas nocturnas es discreto pero esencial. "Si un foco de fuego subterráneo no es liquidado correctamente, puede reactivarse en condiciones de altas temperaturas y viento", advierte Rojas. La detección y extinción de estos focos es clave para evitar que un incendio controlado vuelva a convertirse en una amenaza.
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