Este "Censo abreviado" y complementario o correctivo del anterior, al parecer tuvo menos polémicas del autodenominado "mejor censo de la historia" del año 2012. Trató de hacerse más participativo, con voluntarios, como antaño, como siempre debiera ser, pero... al parecer ya no estamos para voluntariados. Muchas han sido las opiniones de este censo, de las más variadas por cierto, como la que nos hizo llegar una cañetina con participación en los dos últimos censos:
Como siempre, este proceso republicano no podía ser de otro modo y el 19 de abril fuimos partícipes, como censistas o censados del último Censo en Chile, pero "hecho a la chilena".
Recién leí un artículo donde el Jefe Comunal del Censo, señor Anativia hace gala de un exagerado optimismo sobre el resultado de un proceso aún por realizar. De nuevo pecando en la mala costumbre de contar los pollos antes de echar la gallina.
Yo fui censista, no tan voluntaria, pero igual traté de cumplir lo encomendado con responsabilidad y realizar bien la tarea. También participé del censo anterior al del 2012, por lo que tengo la autoridad suficiente para hacer comparaciones, que al que le cae, siempre las considera odiosas e innecesarias. Pero gusten o no, igual me voy a dar permiso para hacerlas.
Este Censo, a mi parecer fue una perfecta desorganización desorganizada. No sé si esto ocurrió sólo en Cañete o fue la tónica nacional. Pero, pase lo que pase, nuestros políticos siempre sacan cuentas alegres y nos informan de lo exitoso del proceso y sin hechos de violencia, aunque hasta las piedras anden volando.
Me remitiré sólo a lo de Cañete que es lo que más conozco:
A los funcionarios hospitalarios nos garantizaron que nos destinarían al sector urbano. Pero no fue así y nos enviaron a lo más rural que encontraron, desaprovechando la oportunidad de utilizar personas que trabajan en el sector, conocen la zona, sus habitantes y de ese modo optimizar los tiempos y el recurso censista.
Hasta el día anterior al Censo, los funcionarios hospitalarios no tuvimos ningún tipo de información, sólo sabíamos a qué Escuela llegar y extraoficialmente nos enteramos que en la Municipalidad tendrían vehículos de traslado. Estos, no tenían letreros aunque fueran de papel informando los destinos, por lo que los pocos que llegamos andábamos todos perdidos.
Se distribuyó pésimo el recurso humano que es lo más grave de todo, quedando sectores sin censar tanto en área urbana como rural porque faltaron Censistas, cuando en otros sectores de la comuna estos sobraron (La Granja por Ej.) y los mandaban de a dos.
Algunos supervisores no dejaron a sus censistas en la primera casa asignada como se instruyó en la capacitación y debieron arreglárselas solos por lugares poco seguros.
La carga de trabajo en algunos sectores rurales fue muy baja, donde estratégicamente se podían haber reasignado más casas por censista y haber devuelto unos pocos a reforzar el área urbana.
A algunos censistas urbanos se les asignaron demasiadas casas, con lo que terminaron muy cansados y a lo mejor terminando mal su trabajo, quedando perpetuamente matriculados para no querer participar más de censo o proceso similar en forma obligatoria y mucho menos se van a ofrecer de voluntarios.
A muchos censistas no se les revisaron los folios a su regreso, para verificar que la información estaba bien recopilada o hacer las correcciones si era necesario.
A funcionarios que participaron como censistas y que dejaron su casa sin moradores se les dio la oportunidad de auto censarse, pero igual quedaron citados a la Municipalidad para completar el proceso. Trámite innecesario, porque el folio tiene el domicilio del censado y con ese dato se puede buscar a que censista le correspondió esa casa y adjuntar en forma automática el documento a su carpeta.
A nivel nacional, nuestras autoridades no fueron capaces de acallar la maliciosa recomendación que hacían los periodistas por los medios de comunicación de "atender a los censistas en el hall o los pasillos de su edificio", sembrando la desconfianza hacia todos los que participamos, que más que ayudar entorpecen el proceso.
¿CUÁNTOS MILES DE MILLONES SE HABRÁN PERDIDO EN ESTE CENSO?
¿LA INFORMACIÓN TAN MAL RECOPILADA IRÁ A SERVIR PARA ALGO?
Características del censo a la chilena: Improvisación, desorden, confusión, todo a última hora y hacer por hacer.
¡Qué bueno que a la próxima cualquier cosa voy a estar jubilada! Y no me podrán obligar. No me niego a la posibilidad de participar como voluntaria, pero cuando las cosas se hagan bien.
Y la pregunta del millón, ¿Se aplicarán los castigos que nos ofrecieron a los que no aparecieron a censar?