Aunque no soy economista, igual puedo hablar sobre este tema, porque he aprendido a administrar mi sueldo toda la vida y en este mundo de tanto experto y con la experiencia que tengo, cómo no considerarme uno más de ellos.
La semana recién pasada, el Ministro de Hacienda nos da auspiciosas noticias, “que bajó el IPC” influyendo positivamente en el estancamiento de la inflación.
Este crecimiento negativo se dio especialmente por la baja en el precio de los autos y pasajes aéreos para vacacionar, ah me olvidaba, también bajaron los limones, en que el único beneficiado es el pebre. Sr Ministro, ¿Usted cree que esto le sirve de algo a la población de recursos económicos más bajos, que ha tenido que ir cambiando sus hábitos de alimentación?, en que ya “no le gusta tanto la carne”, teniendo que recurrir al consumo masivo de huevos, en que a pesar que las gallinas no vuelan su precio está por las nubes y para qué decir de la variedad de alimentos de primera necesidad que siguen al alza y otros que engañosamente parecen estar más baratos, pero si nos fijamos bien, hace rato se presentan en formatos en que un kilo ya no es un kilo y un litro ya no es un litro.
Por todo esto es imperativo que las familias busquen estrategias para ahorrar, siendo una de las más usadas: esperar las liquidaciones, pero hasta éstas están hábilmente manejadas, porque muchas veces se ofrece un producto a precio muy conveniente, pero que no se encuentra en la tienda o su stock es muy limitado, para luego aparecer cuando la vigencia de la oferta ya expiró. ¿Curioso, no? La otra forma de engañar en las liquidaciones es cuando ofrecen un producto con 50% de descuento, pero en que no dan la posibilidad de comprar al 50%, sino que ofrecen dos productos por uno, a pesar que el segundo no lo necesites, esto se ve mucho en el rubro de vestuario, en que generalmente no encuentras la talla y terminas comprando cualquier cosa que nunca vas a usar, pero que la llevas solamente para aprovechar la liquidación, con lo que tampoco ayudan al ahorro.
La inflación no afecta de la misma forma a toda la población, porque no se mide por el peso relativo que tienen los diferentes grupos de bienes y servicios dentro de la canasta, en relación a la economía familiar, en que lo que más pesa en los grupos de recursos económicos más bajos, es el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas.
Entonces, Sr Ministro, la inflación sigue alta aunque Usted diga lo contrario, los números se manejan, el papel aguanta todo y como estamos en el mundo de los vivos, creo que estas noticias alentadoras las van a seguir repitiendo en los meses venideros, tan sólo es una puesta en escena, preparando el ambiente para cuando tengan que negociar el reajuste anual de los empleados públicos y de esta forma darles menos de lo que les corresponde.
Aquí me estoy refiriendo sólo a los empleados públicos, a esos que entraron por la puerta, por concurso, no a la montonera de apitutados, que además de inútiles están recibiendo sueldos que no merecen, la inflación no los afecta y sin mucho esfuerzo tienen el futuro asegurado…
Como los limones siguen siendo los eternos salvadores, voy a agregar una canción que publiqué hace un tiempo.
CANTARES INFLACIONARIOS: “SUBE, TODO SUBE”
//Sube, todo sube,
sube, todo sube//
Sube el gas, los combustibles,
y también los alimentos.
aunque yo el billete estire,
con la inflación ya no puedo.
Con la inflación ya no puedo,
comprar se me dificulta.
se está depreciando el peso,
y el dólar ya cuesta luca.
Y el dólar ya cuesta luca,
lo digo con sentimiento.
porque no me pagan nunca,
en unidad de fomento.
En unidad de fomento,
ya no puedo comprar casa.
pa´ pagar los dividendos,
me está faltando la plata.
Me está faltando la plata,
negras son las proyecciones.
en que lo único que baja,
es el kilo de limones.
//Sube todo sube,
sube todo sube//
LA INFLACIÓN AFECTA MÁS PROFUNDAMENTE A LOS MÁS POBRES
*** SIN COMENTARIOS INGRESADOS***