El tiempo se ha encargado de borrar de mis recuerdos si fuimos o no compañeros de curso con Jorge Aguayo, pero si recuerdo que fuimos amigos desde los primeros años de estudiantes en la Escuela de Hombres No.1 de Cañete.
Pero sí está muy claro en mi mente un día que en el sector norte del patio de la escuela había un grupo de alumnos observando algo, y como la curiosidad es parte de la conducta humana fui a ver que estaba sucediendo.
En el centro; porque los alumnos hacían un ruedo, había un niñito pequeñito, muy pequeñito que también observaba con atención a todos; el niñito era tan pequeñito que parecía un muñequito o algo así; era Jorge Aguayo.
Lo que no sé si el apodo lo traía o se lo colgaron en ese momento: Puntito. Le calzaba muy bien porque era solo eso, un puntito en la inmensidad del patio y entre la multitud.
Luego de varios años a fines de 1973 llegó a Radio Millaray al amparo de Américo Giuliucci porque quería ser locutor. No dió "ley" en eso pero resultó ser bueno como radiocontrolador y aunque siempre le faltó mayor destreza manual lo hacía bastante bien.
No tengo memoria del por qué no siguió en la actividad, pero se alejó.
Regularmente nos encontrábamos en alguna calle en Cañete.
De pronto lo encontré de ayudante-aprendiz como técnico en radio y televisión en el taller de Arnoldo Cabrera donde permaneció por varios años.
Cuando Don Arnoldo Cabrera se hizo cargo de la emisora como Director-Responsable se le asignó un turno como radiocontrolador haciendo dupla con Pedro Mendoza en la locución. Allí nos veíamos todos los días y me daba a entender que aquello era solo un hobby para él porque no tenía proyectos futuros con la actividad.
Luego me marché definitivamente a Santiago para no regresar así que dejé de verlo.
En mayo de 1999 falleció mi papá y un día después del funeral salí hacia el centro de Cañete a comprar artículos eléctricos para hacer unos arreglos en la casa de mi hermana y lo encontré como vendedor en un local a media cuadra entre Serrano y Covadonga por calle Saavedra, fue una alegría encontrarnos y hacer recuerdos de muchas cosas. Todo fue muy grato sobre todo porque le compré todo lo que necesitaba entre herramientas y materiales.
Por el año 2019 me enteré que Pedro Mendoza estaba muy enfermo por lo que escribí alguna columna al respecto cuando de pronto un día recibo una llamada y para sorpresa mía era Jorge Aguayo que estaba muy preocupado por la salud de su amigo.
Jorge viajó hasta Cañete para informarse in situ de la situación y tuvo la gentileza de comunicarme los resultados de su viaje llamando por teléfono.
La última vez que hablamos quedamos en que nos reuniríamos un día a tomarnos unas cervezas y recordar gloriosos días pasados...esos eran los planes.
Hasta ayer miércoles 13 de diciembre cuando recibí la ingrata noticia que Jorge Aguayo "Puntito" había fallecido.
No voy a dar los pormenores porque son realmente trágicos, pero tampoco supe que Jorge estaba enfermo...muy enfermo.
En realidad la tragedia siempre estuvo junto a él porque llevaba pocas semanas en la emisora en 1973 cuando falleció su mamá y en un plazo no mayor de 15 días su padre producto de la depresión que eso le ocasionó se suicidó. Por eso Jorge era un poco taciturno.
Siento de veras haber recibido esta noticia porque cada vez que se va un contemporáneo tenemos que hacernos a la idea que el turno nuestro está cerca, que la fila está avanzando y nos acercamos al mesón.
Buen viaje Jorge Aguayo, que el Señor te reciba en su seno y te dé la paz que en el fondo de tu corazón siempre buscaste.
Punto Final.
*** SIN COMENTARIOS INGRESADOS***