En un escenario político marcado por el desencanto ciudadano, la desconfianza hacia los partidos tradicionales y la búsqueda de liderazgos más cercanos, éticos y eficientes, la precandidatura presidencial de Harold Mayne-Nicholls ha logrado instalarse como una alternativa distinta, honesta y con enfoque ciudadano.
Su objetivo es claro: llegar a la papeleta presidencial de noviembre como candidato independiente, reuniendo las 35.361 firmas exigidas por el Servel. Y está cerca.
Estado actual del proceso de patrocinio
Mayne-Nicholls lanzó oficialmente su precandidatura el 1 de abril en la ciudad de Copiapó, apostando por una campaña desde las regiones y sin estructura partidaria. Desde entonces, ha recorrido el país recolectando patrocinios a través del portal oficial del Servicio Electoral - Servel (patrocinantes.servel.cl) y con apoyo de voluntarios en terreno y centenar de Notarías en todo Chile en donde también se puede patrocinar.
Hasta el 31 de julio, había reunido 30.522 firmas, lo que significa que le faltan 4.839 para alcanzar el mínimo legal. La fecha límite para cumplir con este requisito es el 18 de agosto de 2025, por lo que estas semanas serán decisivas para concretar su candidatura oficial. |
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Obstáculos en el camino: cambios en el sistema del Servel
El proceso no ha estado exento de polémicas. A mediados de julio, Mayne-Nicholls denunció que el Servel implementó modificaciones al sistema de patrocinio digital, exigiendo nuevos pasos como verificación con Clave Única, ingreso del número de serie del carnet y confirmación de correo electrónico. “Cambiar las reglas a mitad del juego es una falta de respeto a la ciudadanía y a quienes creemos en una democracia abierta y participativa”, declaró el precandidato.
El Servel defendió la medida como una forma de reforzar la seguridad y autenticidad del proceso, pero la situación abrió un debate sobre las barreras burocráticas que enfrentan los candidatos independientes, en contraste con los candidatos respaldados por partidos políticos.
¿Es Mayne-Nicholls un aporte real a la política chilena?
Más allá del cumplimiento de requisitos formales, la figura de Harold Mayne-Nicholls ha generado un creciente interés por parte de la ciudadanía precisamente porque representa algo que la política tradicional parece haber perdido: credibilidad y cercanía.
Con una trayectoria reconocida en el deporte —fue presidente de la ANFP entre 2007 y 2010 y funcionario de FIFA—, ha construido una imagen pública asociada a la ética, la eficiencia y la transparencia. Durante su gestión en el fútbol chileno, fue uno de los primeros en denunciar prácticas indebidas y promover procesos más limpios y profesionales.
Su propuesta presidencial no gira en torno a ideologías rígidas, sino a ideas prácticas y valores fundamentales, entre ellos:
- Ética pública y transparencia institucional.
- Descentralización y empoderamiento regional.
- Modernización del Estado con foco en eficiencia.
- Educación pública con sentido y enfoque ciudadano.
Su lema de campaña, “Devolverle el alma a Chile”, resume su intención de recuperar la confianza en las instituciones a través de una política más humana, participativa y enfocada en el bien común.
El valor de las candidaturas ciudadanas
La irrupción de Mayne-Nicholls como figura independiente no sólo refresca el escenario presidencial; representa un ejercicio democrático necesario. Su presencia en la carrera presidencial amplía el espectro de opciones, permite la entrada de voces ajenas a los bloques tradicionales y genera conversación sobre la necesidad de renovar liderazgos y estilos de gobernar.
Este tipo de candidaturas, si bien enfrentan condiciones desiguales frente al poder instalado, ayudan a oxigenar la política y a poner sobre la mesa temas que muchas veces son relegados por la lógica electoral tradicional: el servicio público honesto, la escucha activa, la participación de las regiones y la valoración del trabajo en equipo.
Como él mismo ha señalado en múltiples entrevistas:
“La política debe volver a ser una herramienta para servir, no para acumular poder”.
Conclusión: más que una firma, una señal de esperanza
El resultado de la recolección de patrocinios definirá si Harold Mayne-Nicholls logra inscribir oficialmente su candidatura. Pero más allá del número final de firmas, su proyecto ya ha cumplido una función fundamental: reinstalar la idea de que es posible hacer política desde la honestidad, la experiencia y el compromiso ciudadano, sin depender de partidos ni favores cruzados.
En tiempos donde muchos pierden la fe en las instituciones, su precandidatura representa una señal de esperanza, una invitación a creer que hay otras formas de liderar y de construir país.
¿Llegará a la papeleta? Eso lo dirán los próximos días. Pero sin duda, Harold Mayne-Nicholls ya ha puesto su huella en un Chile que busca volver a confiar.
FUENTE: AGENCIA DE NOTICIAS - RED MI PAIS
(atacamaenlinea.cl - redmipaís.cl - redmipaisnorte.cl - redmipaissur.cl)
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