Hoy Ñuble tiene una nueva institucionalidad, es región, la número XVI de nuestro país, lo que genera un gran orgullo y a la vez una gran responsabilidad por quienes son y somos parte de nuestra querida Región de Ñuble, a toda vez, de las grandes inversiones que se requieren para cuando comience el funcionamiento de nuestra región, esta sea con el pie derecho en todo sentido.
Y uno de esos funcionamientos tiene que ver con la conectividad, es decir, mucha de ella viene de antes o existe de antes, sin embargo, hoy estamos y tenemos nuevo status, se es región, por ende, los estándares deben subir, a su vez, la exigencia y la calidad de dichas conectividades, para poder otorgar y entregar tanto a nuestros habitantes, como a quienes nos visitan una conexión vial, tanto al ingreso, en el interior de la región y como a la salida de esta, de primer nivel, de eso no hay duda alguna.
Hoy hay una inversión por sobre los 34 mil millones de pesos en la Región de Ñuble, en diversas obras y proyectos, que están en ejecución, o lo estarán en el futuro próximo. Los proyectos que ya están en construcción, conlleva molestia y enojos por parte de los habitantes del sector y de quienes visitan la zona, como por ejemplo, los trabajos de mejoramiento de la ruta, que se están llevando a cabo entre Quillón y Bulnes.
Toda obra genera molestia, toda construcción genera molestia, todo avance genera molestia en el momento de su ejecución, pero para poder tener mejoras en la calidad de vida, y en este caso, mejoras en la conectividad vial de nuestra región, es para dar un salto de calidad, para todos quienes transiten por las carreteras y rutas de la Ñuble, ya sean habitantes o turistas. Dotar de una viabilidad rutera de la mejor calidad y estándar es necesario, si queremos ser una región potente, que genere crecimiento, empleo, desarrollo. En este caso para crecer se necesitan sacrificios, y paciencia, mucha paciencia.
*** SIN COMENTARIOS INGRESADOS***