Durante el pasado fin de semana, actores locales ligados al turismo en la Cordillera de Nahuelbuta visitaron la Reserva Costera Valdiviana, ubicada entre las comunas Corral y La Unión, en la región de Los Ríos, para conocer la experiencia de los operadores turísticos locales y las comunidades aledañas con la conservación de la naturaleza de este particular territorio.
La Reserva Costera Valdiviana, nace a raíz de la compra de la ONG norteamericana, The Nature Conservancy, de las alrededor de 50 mil hectáreas que comprenden este lado de la cordillera de la costa al sur de Chile. Adquiriendo los predios Chaihuín y Venecia en el año 2003 con el apoyo de otras organizaciones, tanto locales como internacionales. Estos lugares, desde el siglo XIX y hasta décadas pasadas, habían sido sitio de explotación maderera y luego de monocultivo de eucalipto.
Los viajeros salieron temprano el viernes 6 de junio, desde Cañete hacia Corral, lugar donde tuvieron su primera recepción, antes ser destinados al sector de Chaihuin, uno de los seis asentamientos más próximos a la reserva. Ahí fueron recibidos por la Agrupación Agroturística y Productiva de Chaihuin y se les presentó el intenso itinerario del día siguiente.
De esta forma, el sábado tuvieron el grueso de intercambios de experiencias y saberes con las distintas iniciativas que se implementan en el lugar.
Durante la mañana, partieron con una recepción en la misma Reserva Costera, para luego pasar a la exposición de la Agrupación de Guías Locales de Chaihuín sobre su proceso de constitución y formación, y el convenio con la Reserva para administrar el Sendero de los Alerces y Sendero los Colmillos. Luego se internaron en el proceso mismo de conformación de la Reserva Costera Valdiviana, en cuanto a su apoyo y relación con la comunidad local a través del turismo y desarrollo local.
Estas experiencias calaron profundo en los visitantes. Quienes vieron reflejadas las necesidades y futuro de la Cordillera de Nahuelbuta con este espacio natural protegido por sus propios habitantes.
Así lo constató Mauricio Vallejos, trabajador de la Oficina de Desarrollo Rural de la comuna de Curanilahue, quien rescató la perseverancia de las comunidades valdivianas: "Se unieron no solamente por el tema del lucro, no solo con el ganar dinero, sino con la idea de rescatar el patrimonio natural y cultural, la identidad del sector". "Siempre está el tema del individualismo y creo que hoy hay que enfocarse al trabajo colaborativo, en equipo, la asociatividad", agregó Mauricio.
"Replicaría absolutamente todo en mi sector pero buscaría la manera de capacitar a la gente para que los mismos lugareños, con organizaciones que los apoyen, sean los que puedan generar el proyecto en sí", aseguró por su parte Sandra García, emprendedora turística de Caramávida, quien también rescató la asociación y el compañerismo entre las localidades.
Luego del almuerzo, visitaron la Ruta del Bonsái Nativo, en donde charlaron con Jaime Figueroa, reconocido artesano quien mostró sus técnicas y conocimientos botánicos aplicados al bonsái con especies vegetales autóctonas y recorrieron un sendero 1,5 kms de selva valdiviana.
Más tarde, caminaron el sendero Los Colmillos, uno de los dos senderos inclusivos que posee la región de Los Ríos, administrado por la Agrupación de Guías Locales de Chaihuín, quienes les conversaron de las problemáticas, desafíos y oportunidades que deberán enfrentar el construir rutas turísticas de naturaleza y cultura para las y los eventuales visitantes.
De esta experiencia, Vallejos concluyó que "tenemos la mismas problemática, los turistas van arriba [a la Cordillera de Nahuelbuta] por las de ellos, no hay regularización, no se sabe lo que hacen arriba, por lo tanto, más allá de que puedan visitar y dejar algo, nosotros somos los que debiéramos entregarles a ellos. Es importante que existan guías locales que los orienten y eduquen".
Por su parte Jacob Leal, quien ya tiene experiencia en realizar recorridos por la cordillera con su iniciativa Geoturismo Nahuelbuta, sacó en limpio la urgencia de "crear planes de manejo y establecer leyes claras y justas que predominen los senderos de Nahuelbuta para la conservación". Así también puso en valor el trabajo de los guías al momento de realizar un recorrido ya que los visitantes "son más responsables al estar al encargo de este, en el tema de la prevención, de no salir de los senderos, de estar atentos y sigilosos".
Rodrigo Pirá, es tour operador en la reserva; organiza salidas y caminatas a los parques y reservas de la comuna de Corral. Y entregó su experiencia a los nahuelbutenses.
Con su iniciativa partieron en 2009, donde, en un comienzo, apenas movían entre 2 a 3 turistas al año, hoy, gracias a la organización con el resto de la comunidad aledaña superar los 600 anuales.
Rodrigo, hizo hicapié en lo importante de "trabajar sobre todo con organizaciones sociales, deben llamarlas a todas, Juntas de Vecinos, Clubes Deportivos"; y agrega que este es "un trabajo de largo aliento en el cual deben asociarse para poder utilizar los instrumentos del Estado, formar una organización tal para que sean canalizados a cada uno de los emprendedores porque hay todo un trabajo de capacitación, de atención al cliente, de contabilidad que hay que ir superando".
Además, enfatizó sobre el rol de la comunidad organizada en la defensa y conservación de su territorio, dado como ejemplo el caso de la intensa explotación forestal que tuvo estos sectores hasta que la comunidad presionó. "No es por iniciativa de las empresas, hay que presionarlos", recalcó.
"La asociatividad es la clave, el aprender a tolerar al compañero, explotar cada habilidad individual en función del grupo", concluyó.
Esta gira técnica fue realizada como parte del proyecto “Diseño Participativo de Zonas de Amortiguación de Áreas de Alto Valor para la Conservación de Caramávida e Isla Mocha: Bases para el Desarrollo de Corredores Turismo Experiencial de Naturaleza y Cultura”. Que durante este segundo año de ejecución se enfocará en guiar a los emprendedores de los territorios mencionados a construir modelos de negocio que impulsen sus economías locales y contribuyan con la defensa de la biodiversidad.
Este es financiado por CORFO a través del concurso Bienes Públicos para la Competitividad y encabezado por la Universidad de Concepción, coejecutado por la Fundación Nahuelbuta, e involucra también la participación del Ministerio de Medio Ambiente, Sernatur, el Grupo Ecológico Altué, la Asociación de Municipalidades Arauco7 y el Programa Transforma.
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