Don Jaime Sperberg, muchas veces colaborador de nuestro medio, hoy nos escribe con pena, pena por la partida de una amiga contulmana y que seguramente será parte de la historia de este pueblo, la señora ELVIRA SCHERER, también conocida cariñosamente como como "Tante Elvira".
ESCRIBE DON JAIME:
Recién nos enteramos del fallecimiento de nuestra querida amiga Elvira Scherer y lamentamos el no haber podido acompañarla. Estábamos muy lejos y no supimos de su deceso hasta hoy.
La conocimos en 1993, en Lincuyín, Santa Elvira, Comuna de Contulmo. Teníamos algo en común cual eran nuestros ancestros llegados a Contulmo en 1884, desde Alemania colonizando la zona.
Casó joven con Emilio Thiele de cuyo matrimonio llegaron sus cuatro hijos. La vida no le fue fácil, viviendo y trabajando el campo en Lincuyín, falleció su esposo relativamente joven. Ella tuvo que asumir toda la responsabilidad de su cuatro hijos pequeños. Fueron tiempos de lucha, trabajo y gran esfuerzo. El lugar hermoso a orillas del lago, estaba muy aislado, debían llevar sus productos a Contulmo en carretas de bueyes o por el lago en bote a remos. Su valentía, su energía y su enorme bondad logró que esos cuatro niños, tres hombres y una mujer, se consolidaran y llegaran a formar hermosas familias.
La mayor parte de la gente que frecuentaba el sector la conocían como “Tante Elvira” designada así por el gran cariño que le tenían, desde luego emanado por su infinita bondad. Esto se reflejaba año tras año, cuando se celebraba su cumpleaños: venían cantidades de invitados, unos en auto, otros en bote a través del lago, otros que estaban en su Camping Santa Elvira, simplemente caminando.
Sus hijos, nietos, bisnietos y últimamente tataranietos, organizaban una tradicional fiesta que duraba toda la noche, con gran alegría de la festejada quien también pasaba la noche rodeada de ese inmenso cariño, más que merecido. Todo esto no se da en cualquier lugar, y agradecemos haber podido ser partícipes de este acto de amor en numerosas oportunidades.
Hoy día Lincuyín ya no es igual. Todo ha cambiado, desde aquel camping tranquilo, elemental, ecológico, hasta el actual, moderno y cómodo. Pero falta algo. Falta nuestra querida amiga Elvirita. Quienes la conocimos la echaremos muchísimo de menos, quienes no, perdieron de conocer un alma hermosa, llena de bondad y cariño a sus semejantes.
Querida amiga Elvira: Descansa en Paz
Nuestras condolencias a sus hijos y parientes.
Georgina Fuentealba - Jaime Sperberg
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