Jaime Sperberg, no solo es un habitante más de Contulmo, tiene además una sólida formación científica que lo hace ir más allá del simple reclamo por la contaminación del Lanalhue, investiga, entrega antecedentes y hace un llamado de atención a que las Municipalidades cumplan con su deber, así como le preocupa el próximo Tremendo gasto que se quiere hacer en el lago (anunciado por el CORE), sin mucho sustento técnico ni consensuado con los habitantes de la zona.
En el mes de Febrero observé un fenómeno extraño en el lago que se daba en algunos sectores de la ensenada de Lincuyín. Eran corpúsculos que ascendían y al flotar en la superficie formaban agrupaciones de color verdoso pálido. Pasó un tiempo y a fines de Marzo y principios de Abril aumentó tanto la cantidad como la superficie afectada lo que me movió a solicitar la ayuda científica del Dr. Oscar Parra de EULA de la Universidad de Concepción, quien demostró gran interés y me pidió muestras de agua, las que llevé personalmente ya que no logré interesar al Concejal encargado de Medio Ambiente de la Municipalidad de Contulmo.
El Dr. Parra me envió el resultado de su investigación: se trata de algas formadoras de blooms (floración) entre ellas cianobacterias o algas azules.
Acompaño algunos antecedentes y fotos que hice en el lugar.
Es necesario que de una vez por todas se tomen las medidas adecuadas y reales para efectuar los estudio científicos necesarios, así como el seguimiento permanente de los cambios en la calidad del agua.-
Tenemos la gran posibilidad de que estos estudios sean hechos por una institución que es de la zona, y que cuenta con una calidad científica elevadísima como es el EULA de la Universidad de Concepción, aparte que desde hace años ha monitoreado la cuenca y el lago mismo. Si se dispone de dinero, es necesario usarlo de manera racional, pero sin olvidar de hacer que respondan también los que han contribuido en gran medida a la eutroficación del lago: las grande empresas forestales, quienes deberían revisar sus métodos de cultivo y especialmente de cosecha.
Las Municipalidades deberían hacer valer lo que su Ley Orgánica le encomienda: velar por los Bienes de Uso Público.
ANTECEDENTES
Las toxinas producidas
Se estima que más del 50% de las floraciones de algas verde azules de aguas continentales, registradas a nivel mundial, son tóxicas (UNESCO, 2009). Las cianotoxinas, son sintetizadas como metabolitos secundarios dentro de estos organismos unicelulares y producen efectos diversos según la especie dominante de la floración, su nivel de toxicidad, el tipo de toxina y las características del organismo afectado. Probablemente muchos casos de enfermedades causadas por las cianotoxinas no son bien documentadas, ya que los pacientes o los profesionales de la salud (médicos, enfermeros, tecticos) no asocian los síntomas con estas sustancias (UNESCO, 2009). Las cianotoxinas más frecuentes, llegan a afectar al sistema nervioso y digestivo además de provocar efectos sobre mucosas y piel, ingresan al organismo por ingestión directa de agua con floraciones, por contacto a través del baño, o por consumo de animales expuestos a cianotoxinas (Backer, 2002). Se clasifican según su efecto en los diferentes órganos en:
Hepatotoxinas
Las hepatotoxinas son producidas principalmente por los géneros Anabaena, Nostoc, Oscillatoria, Anabaenopsis, Nodularia, Cilindrospermopsis y Microcystis (Paerl, 1996). La hepatotoxina que se registra con mayor frecuencia es la microcistina, que debe su nombre a que fue identificada primariamente en especies del género Microcystis. Las microcistinas son una familia de más de 80 heptapéptidos cíclicos, que provocan el colapso de la organización tisular hepática, necrosis y hemorragia intra-hepática (Van Apeldoorn et al., 2007). Es una toxina inhibidora de la fosfatasa proteica tipo 1 y 2A (Chorus and Bartram, 1999) cuya ingestión en altas concentraciones ocasiona la muerte de animales (Carmichael, 1981; Sivonen et al., 1990; Falconer, 1993; 1996) y/o efectos acumulativos crónicos, como la inducción a la formación de tumores hepáticos. Pizzolón (1996) estimó que el consumo de 5 l de agua con una densidad de algas de 2.105 cel ml-1 constituye una dosis de efecto letal para el ser humano. Otros efectos reportados en literatura muestran que la microcistina LR (MC-LR), en concentraciones micromolares (10 µM) daña los procesos celulares básicos en células HaCaT (queratinocitos humanos). También se ha descrito que la ingestión crónica de pequeñas dosis puede tener efecto promotor de tumores a largo plazo (Svircev et al., 2009). Humpage (2008) reportó daños al riñón producidos por las microcistinas.
Neurotoxinas
Las neurotoxinas actúan inhibiendo la transmisión del impulso nervioso a través del bloqueo de los canales de sodio, uniéndose a los receptores de la acetilcolina, o impidiendo la degradación de la acetilcolina. Estas toxinas las producen principalmente los géneros Anabaena, Microcystis, Oscillatoria, Aphanizomenon y Lyngbya (Carmichael, 1994). Recientemente, se ha establecido al aminoácido no proteico ß- metil amino alanina (BMAA), producido por gran variedad de cianobacterias, como una nueva cianotoxina neurotóxica (Cox et al., 2005) que podría ser agente causal de algunos trastornos degenerativos en seres humanos incluyendo el síndrome complejo de esclerosis lateral amiotrópica- demencia parkinsoniana, común en poblaciones del Pacífico occidental.
Lipopolisacáridos (LPS)
Son componentes de la membrana celular formados por carbohidratos (normalmente hexosas) y lípidos (ácidos grasos). Los LPS son endotoxinas pirogénicas también llamadas dermotoxinas capaces de producir irritaciones en la piel, efectos gastrointestinales y alergias (Kuiper-Goodman et al., 1999; Giannuzzi et al., 2009). Aunque los LPS son ampliamente citados en la literatura como responsables de estos efectos, se reconoce la necesidad de más estudios de investigación para establecer su toxicidad y efectos biológicos (Stewart et al., 2008).
Riesgos a la salud de la población
Debido al inminente daño que pueden causar las cianotoxinas a la salud humana y al aumento de las floraciones de microalgas, producto del cambio climático global (aumento de temperatura) y a la eutrofización de los cuerpos de agua, algunos países han desarrollado reglamentaciones que buscan minimizar el riesgo de la población al estar en contacto directo y/o consumir agua con cianotoxinas y/o la presencia de las cianobacterias.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que cuando la abundancia de las cianobacterias alcanza a las 100.000 células por mililitro, se debe iniciar un análisis de toxicidad y monitoreo con mayor frecuencia para evitar afectaciones sanitarias de mayor riesgo y establecieron como límite máximo de microcistina-LR en el agua potable de 1 µg/L (UNESCO, 2009). En Brasil, se ha desarrollado una de las normativas más completas relativas a las cianobacterias y cianotoxinas en lagos y reservorios de agua potable, con valores estándar mandatorios para microcistinas, saxitoxinas y cilindrospermopsinas (UNESCO, 2009). El Instituto Uruguayo de Normas Técnicas (UNIT) estableció el valor de 1 µg l-1 MC LR en la norma de calidad de agua potable 833:2008. Actualmente en Chile, no existen normativas referentes a la calidad de aguas en relación a toxinas de cianobacterias y a la presencia de ningún tipo de microalgas (ver norma de calidad de agua Nch 409). No obstante, el Ministerio de Salud estableció como objetivo sanitario para el periodo 2010-2020, la inclusión de riesgos ambientales enfocados a agua potable, específicamente a la prevención y control de las enfermedades transmitidas por el agua y aguas de recreación con contacto directo.
Límites para microcistina en agua potable establecidas por algunos países.
País Valor límite Legislación/ Guías
Unión Europea 1 µg/l Directiva 98/83/CE
España 1 µg/l Real Decreto 140/2003, de 7 de febrero
Francia 1 µg/l Decreto N º 2001-1220 de 20 de diciembre de 2001,versión consolidada el 27 de mayo de 2003, sobre las aguas destinadas al consumo en humanos, con exclusión de las aguas minerales naturales
Italia 1 µg/l ( En trámite) Decretos Legislativos nº. 31/2001
República Checa 1 µg/l Decreto N º 252/2004
Polonia 1 µg/l Ministra Zdrowia z dnia 19 listopada 2002 r. (poz. 1718)
Australia 1,3 µg/l Proceso de revisión (NHMRC / NRMMC, 2004) última revisión (Australian Drinking Water Guidelines 6 2011)
Brasil 1 µg/l Portaría nº 2.914 do Ministerio da Saúde.
Nueva Zelanda 1 µg/l Drinking-Water Standards for New Zealand 2005 (DWSNZ:2005)
Sudáfrica 1 µg/l (Máximo permitido)<0,8 µg/l (Rango deseable) National Water Act, 36 of 1998 (South African Water Quality Guidelines)
Referencias
Anagnostidis, K. and Komárek, J. (1988). Modern approach to the classification system of cyanophytes, 3–Oscillatoriales. – Arch. Hydrobiol. 80. Algological Studies. 50-53: 327-472.
Backer, L.C. (2002). Cyanobacterial harmful algal blooms (CyanoHABs): Developing a public health response. Lake and Reservoir Management. 18:20–31.
Bourrelly, P. (1970). Les algues d’eau douce. Initiation à la Systématique. Tome III: Les Algues bleues et rouges, Les Eugléniens, Peridiniens et Cryptomonadines. N. Boubée & Cie, Paris, 512 pp.
Carmichael, W. (1981). Freshwater blue-green algae (cyanobacteria) toxins- a review. In: The water environment: Algal Toxins and Health. Carmichael, W. (ed.). Plenum Press, New York. 1-13.
Carmichel, W. (1994). The toxins of cyanobacteria. Scientific American. 270:78-86.
Chorus, I. and Bartram, J. (1999). Toxic cyanobacteria in water: A guide to their public health consequences, monitoring and management. Spon, F.N. (ed.). Organización Mundial de la Salud, Ginebra (Suiza). 134 pp.
Cox, P.A., Banack, S.A., Murch, S.J., Rasmussen, U., Tien, G., Bidigare, R.R., Metcalf, J.S., Morrison, L.F., Codd, G.A. and Bergman, B. (2005). Diverse taxa of cyanobacteria produce beta-N-methylamino-L-alanine, a neurotoxic amino acid. Proceedings of the National Academy Society. 102: 5074- 5078.
Falconer, I. (1993). Algal toxins in seafood and drinking water. Academic Press. 209 pp.
Falconer, I. (1996). Potential impact on human health of toxic cyanobacteria. Phycologia. 35: 6- 11.
Giannuzzi, L., Colombi, A., Pruyas, T., Aun, A., Rujana, M., Falcione, M. and Zubieta, J. (2009). Cianobacterias y cianotoxinas: identificación, toxicología monitoreo y evaluación de riesgo. Corrientes, Moglia Impresiones. 238 pp.
Humpage, A. (2008). Toxin types, toxicokinetics, and toxicodynamics. In: Cyanobacterial Harmful Algal Blooms: State of the Science and Research Needs. Advances in Experimental Medicine & Biology. Hudnell, H.K. (ed.). Springer. 500 pp.
Kuiper-Goodman, T., Falconer, I., and Fitzgerald, J. (1999). Human health aspects. In: Chorus, I., Bartram, J. (Eds.), Toxic Cyanobacteria in Water, A Guide to Their Public Health Consequences, Monitoring and Management. Spon Press, 113–153 pp.
Komárek, J. and Anagnostidis, K. (1986). Modern approach to the classification system of cyanophytes, 2-Chroococcales. – Arch. Hydrobiol. Algological Studies. 43: 157–226.
Komárek, J. & Anagnostidis, K. (1989). Modern approach to the classification system of Cyanophytes 4- Nostocales. Algological Studies. 56: 247-345.
López, C.B., Jewett, E.B., Dortch, Q., Walton, B.T. and Hudnell, H.K. (2008). Scientific Assessment of Freshwater Harmful Algal Blooms. Interagency Working Group on Harmful Algal Blooms, Hypoxia, and Human Health of the Joint Subcommittee on Ocean Science and Technology. Washington, DC. 105 pp.
Parra O., M. González, V. Dellarossa, P. Rivera & M. Orellana. Manual Taxonómico del Fitoplancton de Aguas Continentales; con especial referencia al fitoplancton de Chile. Editorial de la Universidad de Concepción. Vol. 1, Cyanophyceae, pp. 1-70, 174 figs., 1982.
Paerl, H.W. (1988). Nuisance phytoplankton and inland waters blooms in coastal, estuarine. Water Resources Research. 33: 823-847.
Ryding, S.O. and Rast, W. (1992). El control de la eutrofización en lagos y pantanos. Madrid, Pirámide: 375 pp.
Scheffer, M., and Van Nes, E.H. (2007). Shallow lakes theory revisited: various alternative regimes driven by climate, nutrients, depth and lake size. Hydrobiologia. 58: 455–466.
Sivonen, K. and Jones, G. (1999). Cyanobacterial toxins. In: Toxic Cyanobacteria in Water, A guide to their public health consequences, monitoring and management. Chorus, I. and Bartram, J. (eds.). Spon Press. 41–111 pp.
Stewart, I., Seawright, A. and Shaw, G. (2008). Cyanobacterial poisoning in livestock, wild mammals and birds – an overview. In Cyanobacterial harmful algal blooms: state of the Science and Research Needs. Chapter 28. Kenneth Hudnell, H. (eds.). Springer. 613-637.
Svircev, Z., Krstic, S., Miladinov-Mikov, M., Baltic, V. and Vidovic, M. (2009). Freshwater cyanobacterial blooms and primary liver cancer epidemiological studies in Serbia. Journal of Environmental Science and Health – Part C: Environmental Carcinogenesis & Ecotoxicology Reviews. 27: 36-55.
UNESCO. (2009). Cianobacterias Planctónicas del Uruguay. Manual para la identificación y medidas de gestión. Sylvia Bonilla (editora). Documento TécnicoPHI-LAC, N° 16.
Wetzel, R. G. (2001). Limnology. Lake and River Ecosystems. Third Edition. Academic Press, USA. 1006 pp.
Enlaces de interés
Proyecto Innova Chile Lagunas Urbanas de Concepción
Base de datos Cianobacterias: Cyanodb
Sociedad Internacional para el Estudio de Algas Nocivas: ISSHA
Cyanocost: Floraciones de cianobacterias y toxinas en recursos hídricos
*** SIN COMENTARIOS INGRESADOS***