Alejandro Sáez Iglesias se refiere al mediático anuncio de lo que se denominó como un "Histórico pacto político parlamentario transversal para la provincia", Sáez dice que bien podría denominarse "Plan Arauco IV", pero al final no son más que "frases o imágenes para titulares".

La prensa regional de hoy, El Sur, Diario Concepción y Lanalhue Noticias, entre otros, anuncian lo que podría denominarse el Plan Arauco IV.

Las notas se ilustra con una armónica fotografía de los parlamentarios locales junto al Intendente regional.

Los titulares destacan "el nuevo trato" del gobierno con la provincia (antes, el diputado Monsalve hablaba de "la nueva mirada"), con lo cual esto de "nueva" se impone en el país.

Los habitantes de la provincia recordamos los fracasados planes de desarrollo de 1997 (luego del cierre de las minas de carbón), de 2008 (luego de las inundaciones de 2006) y de 2010 (con la llegada de las nuevas autoridades provinciales y nacionales).

Todos esos planes fallaron. A pesar de las fotos, de los funcionarios de excelencia, de los avatares de la pobreza y del aprecio de los gobernantes de izquierda, por esta zona que les brindaba votaciones mayoritarias. En cambio se impuso la violencia en la zona sur y la desigualdad entre el gigante forestal y la pobreza de la mayoría de sus habitantes.

El emprendimiento en la provincia es mucho más difícil que en cualquier otra zona del país. Y sin el motor poderoso de las PYMEs no puede hablarse de desarrollo. En tanto el único actor privado presente en los diálogos sea la empresa forestal, cuya salud luce bien en los balances anuales a pesar de todo, será difícil hablar de desarrollo de Arauco.

Incentivos reales a la inversión de las PYMEs, Centros de Educación Superior, reingeniería a nuestra red vial y planes sociales mas efectivos para combatir la pobreza están en las prioridades...

Fotografías, nuevo trato, nueva mirada, excelencia, crecimiento con igualdad... son solo frases o imágenes para titulares. En cambio se requiere voluntad y recursos económicos. Quizá los mismos recursos que el Estado no destinó a la nueva Ruta 160, la principal inversión (privada) en los últimos años, y la perla que decora todos los anuncios de reconversión.