El 24 de mayo de 2022, un trabajador forestal mapuche Segundo Catril recibió un tiro en la cabeza cuando balearon el bus en el que iba a su faena. Al igual que en el triple homicidio de los carabineros del sábado, se trató de un atentado planificado, con múltiples autores, que dispararon a matar. Ambos ocurrieron en una zona controlada por el grupo armado Resistencia Mapuche Lafkenche (RML) y en las 2 situaciones, otras agrupaciones radicales se desmarcaron del crimen. En ninguno de los 2 hechos, hubo atribución.
El crimen de Segundo Catril. El 24 de mayo de 2022, un bus que transportaba a una veintena de trabajadores forestales fue atacado a tiros por desconocidos cuando iba al campamento San Óscar de Capitán Pastene, en Lumaco, Región de La Araucanía.
- Eran cerca de las 9 am cuando fue emboscado a la altura del cruce Santo Domingo, cerca del límite entre Lumaco y Tirúa, esta última, en la Región del Biobío.
- Los autores dispararon a los vidrios, aparentemente, a matar.
- Uno de ellos, Segundo Catril Neculqueo de 66 años, fue herido en la cabeza. Otros 2 trabajadores también quedaron heridos, pero sin riesgo vital.
- Catril fue evacuado en helicóptero al Hospital Regional de Temuco, donde a las 10:28 am lo operaron de urgencia. A la 1:20 pm fue derivado a la Unidad de Cuidados Intensivos, con riesgo vital. A las 4:08 pm, casi 3 horas después, se anunció su muerte.
- Catril trabajaba en una empresa contratista de CMPC, en una faena ejecutada por el empresario local Santos Reinao, plantando árboles nativos.
- “Hacía 3 años que trabajábamos con él en ese programa. Él era uno de los prestadores de servicio en la restauración en la ribera del lago Lleu Lleu; plantaba los árboles nativos”, dijo entonces Santos Reinao. “Le gustaba mucho el proyecto”.
- Catril pertenecía a la comunidad Humberto Millahual de Tirúa, de la que había sido dirigente.
- Esa comunidad es una de las 11 que el 7 de abril de 2022 —un mes y medio antes del crimen— emitió una declaración en que expusieron los mecanismos de captación de adherentes de 2 de los grupos radicales de la Macrozona Sur: la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) y la Resistencia Mapuche Lafkenche (RML).
- “Movimientos armados como la CAM y Franja Lavkenche insisten en hostigar y estigmatizar a nuestros dirigentes a través de sus comunicados en redes sociales y rayados”, dijeron en esa declaración, en referencia a Santos Reinao. “Dejamos claro a los winka (extranjeros) que vienen desde ciudades como Concepción o Santiago a infiltrarse en territorio mapuche, que el hecho de empuñar un arma no los convierte en weichave (combatientes), ni menos en mapuche”.
Las similitudes con el triple homicidio. La madrugada del sábado 27 de abril, el sargento de Carabineros Carlos Cisterna Navarro, 43, y los cabos Misael Vidal Cid, 30, y Sergio Arévalo Lobo, 34, fueron baleados cuando se dirigían a supervigilar el cumplimiento del arresto domiciliario de Carlos Antihuen por una causa por porte ilegal de municiones. Habrían sido baleados en la ruta P-72-S que conecta Cañete y Tirúa, tras lo cual la camioneta de Carabineros en que viajaban fue encontrada en llamas, a 5,3 kilómetros del lugar.
- Planificación. El fiscal regional de La Araucanía Roberto Garrido —a quien el fiscal nacional Ángel Valencia encargó encabezar la indagación— calificó el triple homicidio como “una acción que evidentemente fue planificada”. Se trata de una característica compartida con el asesinato de Segundo Catril, en que la emboscada ocurrió en un punto del recorrido que realizaba el bus de los contratistas y era, por tanto, factible de anticipar.
- Múltiples atacantes armados. “Requirió la participación de más de una persona, evidentemente”, destacó Garrido sobre el triple homicidio. El fiscal no confirmó que se tratara de seis atacantes, como sostuvo el delegado de Arauco Humberto Toro. La existencia de múltiples tiradores es una característica compartida también con el crimen de Catril.
- Disparar a matar. En ambos crímenes se realizaron múltiples disparos. Mientras Catril murió de un tiro en la cabeza, el sargento Cisterna murió de un “trauma torácico complejo, homicidio por arma de fuego”, el cabo Vidal de un “traumatismo facio-cránico encefálico, por proyectil balístico, homicidio” y el cabo Arévalo de un “politraumatismo, agresión por arma de fuego, homicidio”, mostraron sus certificados de defunción.
- Zona controlada por la RML. Los dos ataques ocurrieron en una zona con presencia de la RML, que combina reivindicaciones autonomistas mapuches, con una organización difusa, robo de madera y financiamiento de no mapuches.
- Desmarque de otros grupos radicales. Tras el crimen de Segundo Catril, la CAM publicó una declaración asegurando no tener vinculación con el atentado. Luego del triple asesinato, el grupo radical Weichan Auka Mapu (WAM) se desmarcó igualmente de ese ataque.
- Sin reivindicación. En ninguno de los 2 crímenes un grupo radical se adjudicó su autoría.
Fuente: www.ex-ante.cl
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