Artículo introductorio a la creación de PRODEMU a nivel nacional, parte del 'Fondo de Medios de Comunicación Social' del año 2024 denominado PRODEMU PROVINCIA DE ARAUCO, IMPACTO DE DOS DÉCADAS (1992-2012)
Seguramente la base de lo que fue PRODEMU se deba a los aportes de las mujeres que han sido primera dama en chile. Fueron ellas quienes ejercieron el rol de director o directora de la misma, tienen a su cargo siete fundaciones: Integra, Fundación de la Familia, Fundación para la Promoción y el Desarrollo de la Mujer, la Fundación Tiempos Nuevos, la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles, Artesanías de Chile y Fundación Chilenter.
La ex Primera Dama,Leonor Oyarzún, convirtió la Fundación Nacional de Ayuda a la Comunidad (Funaco), en la Fundación Nacional para el Desarrollo Integral del Menor (Integra). La mujer del ex presidente Aylwin además implementó el Programa de Promoción de la Mujer (Prodemu), tendiente a la inserción social de las mujeres y creó la Fundación de las Familias.
Por su parte, Marta Larraechea, señora de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, en su gestión se creó el Museo Interactivo Mirador (MIM) que derivó finalmente en la fundación Tiempos Nuevos. Larraechea también destacó al asumir en 1995 como presidenta del Comité Nacional para el Adulto Mayor, siendo la institución antecesora del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), tarea a la que dedicó importantes esfuerzos.

Durante su paso por este cargo, Luisa Durán, señora de Ricardo Lagos, creó el programa “Sonrisa de mujer” que buscaba otorgar acceso a atención dental a las mujeres. Además, creó las fundaciones Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile, Artesanías de Chile y Chilenter.
En el primer y segundo mandato del ex Presidente Sebastián Piñera, su esposa Cecilia Morel fue la Primera Dama. Durante los primeros años impulsó el programa Elige Vivir Sano, de alianza público-privada, tendiente a promover hábitos de vida saludable.
Este programa luego derivó en la fundación Chile Vive Sano, pero que se maneja desde el mundo privado. En su segundo paso por La Moneda, Morel impulsó el programa Adulto Mejor.
Feminización de la Pobreza y Políticas Sociales en Chile, Feminización de la Pobreza y Políticas Sociales en Chile, Paulina Salinas Meruane
El Modelo
La superación de la pobreza en Chile sigue siendo el desafío mayor, más aún, cuando un 30 por ciento de la población, aproximadamente, sufre de una u otra forma esto condición. Dentro del mundo de la pobreza, se la discutido mucho sobre las múltiples manifestaciones y causales que la generan. Sin embargo, menor ha sido el análisis que se ha hecho sobre una de las dimensiones de este complejo fenómeno, la pobreza femenina. Por lo tanto, en este artículo se intentan responder interrogantes como por qué la pobreza se ha feminizado? cuales son los factores que la potencian ¿que rol desempeñan las mu|eres pobres en las políticas sociales?. Para esto se analizan las implicancias del modelo de desarrollo neoliberal en la pobreza femenino, cómo ha potenciado la discriminación social de género, y se ha producido un aumento de las jefaturas
La Jefatura de Hogar Femenina se Incrementa
La jefatura de hogar femenina ha existido siempre en la sociedad chilena, sin embargo, recién en los últimos años se ha identificado con mayor rigor la situación de estas familias en el país. El Estado ha centrado su labor en estos hogares en situación de pobreza, pese que las características de estas familias están presente en todos los sectores sociales.
Por mucho tiempo se ha asumido que la familia nuclear completa es el prototipo y ha sido el modelo a partir del cual se han elaborado las políticas sociales. Por el contrario, en la reali- dad del país se constata que sólo el 54, 4% de los hogares son biparentales, vale decir, forma- dos por una pareja, con o sin hijos. El resto tiene otra estructura familiar, ya sea porque están compuestos por hogares extensos, constituidos por varios núcleos, entre los cuales destaca la jefatura femenina cuando son monoparentales (Valenzuela, M.1996:15).
Si bien la jefatura de hogar es una estructura familiar antigua, tanto el aumento de estos hogares como su empobrecimiento son una realidad relativamente nueva en el país. Al respecto, Valenzuela (1996: 17) y Lun fin/Molina (2001:100) mencionan algunos de los factores asociados al incremento de este fenómeno en el país:
El proceso de modernización ha producido un incremento de las migraciones del campo a la ciudad, lo que ha tenido un impacto importante en la formación de jefatura femenina en las zonas rurales. Generalmente, las mujeres han sido abandonadas por sus parejas que se han trasladado en busca de mejores fuentes laborales
En las zonas urbanas, la jefatura de hogar se ha producido, en muchos casos, en mujeres que son migrantes y han asumido la maternidad solteras El aumento de la esperanza de vida, unido al hecho cultural de la diferencia de edad entre el hombre y la mujer que compone la pareja explican la mayor tasa de viudez femenina
El incremento de las madres adolescentes que forman generalmente a su cargo núcleos familiares secundarios Por último, el abandono del padre o sepa- raciones en el caso de uniones consensua les o legalmente constituidas. Este último factor es precisamente considerado el más determinante en la formación de la jefatura femenina, ya que el incremento de abandonos paternos o separaciones es el resultado de una menor responsabilidad de los hombres con respecto a su rol proveedor, se piensa que con la incorporación de la mujer al mercado laboral, la familia puede mantenerse, aunque en peores condiciones, sin el aporte del padre Además, la creciente participación de las mujeres en el mercado laboral, ha producido dificultades para adaptarse a los nuevos requerimiento a1 interior de la familia, logrando una mayor flexibilización de los roles de género. Sin embargo, todavía es posible observar especial resistencia por parte de los hombres para participar en un proceso de redistribución de responsabilidades, generándose tensiones y conflictos al interior del grupo familiar. La primacía de los intereses individuales en la sociedad, por sobre el interés colectivo, ha modificado las relaciones familiares y la valoración tradicional de la familia.
En síntesis, la estrecha relación entre jefatura de hogar femenina y la feminización de la pobreza, se ha configurado como un desafío para formular políticas sociales que incorporaron una doble dimensión: Clase y Genero. Esto ha significado develar que la vulnerabilidad social de las mujeres pobres se relaciona, también, con la discriminación de género. Son las mujeres las que reciben proporcionalmente menos ingresos que los hombres, incluso en relación a las mu- Esto ha significado develar que la vulnerabilidad social de las mujeres pobres se relaciona, también, con la discriminación de género. Son las mujeres las que reciben proporcionalmente menos ingresos que los hombres, incluso en relación a las mu- res las que tienen menos posibilidades labora jeres de otros estratos sociales. Son estas mujeres y la mayor responsabilidad en el cuidado y crianza de los hijos
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