No me gustan los análisis de las competencias que buscan acarrear agua al molino propio. Son demasiados los comentarios de quienes interpretan el resultado de la primaria tratando de convertirlo en un triunfo personal. Consciente de mi posición política de centro derecha y adherente de Sebastián Piñera, buscaré hacerlo des una posición de mayor equilibrio.
Por cierto, tres números miden el resultado de la elección de ayer:
4 veces superó Chile Vamos la votación del Frente Amplio. Aún cuando Beatriz y Alfredo esperaban obtener un resultado cercano al de Chile Vamos, esto no ocurrió. El boque emergente, que presume de representar “la calle” demuestra o que la calle tiene pocos pasajeros, o que ellos no la representan. Bien pude entenderse esto en la ausencia del PC, pasajero habitual de “la calle” en el pasado.
1.400.000 votantes convocó Chile Vamos. Sus aprontes hablaban de 800.000, los mismos que sumaron Allamand y Longueira cuatro años atrás. 1.000.000 decían los más optimistas. Pero, las cifras fueron mayores, y casi llegan al 50% de los votos necesarios para ganar la presidencial. De paso, se logró convocar 1.800.000 al acto de ayer entre los dos bloques. El gran ausente:
58% de Votos de Sebastián Piñera dentro del pacto que alejan la posibilidad de un alejamiento de Manuel José Ossandón en busca de camino propio, como el mismo admitió al señalar que se reuniría con Piñera esta semana, pero, al mismo tiempo un votación importante de Ossandón, que un 26% será considerado en sus propuestas y en los miembros de su equipo que deberán ser incorporados al equipo de Piñera. Esto se traducirá en una apertura, y un positivo desplazamiento hacia el centro político, quitando preponderancia a la UDI, que antes se apropió de la campaña del expresidente.
Sebastián Piñera inicia la segunda fase de competencia (que tendrá tres en total) en la “pole position”, las encuestas le darán más oxigeno en la próxima semana, y sus competidores principales, Alejandro Guiller y Beatriz Sánchez deberían sufrir una baja. Con ello, la segunda fase que concluye el 19 de noviembre, le harán ser mas cuidadoso en eventuales debates (intuyo que los evitará) y a no marcar su campaña con banderas de partidos políticos. La tercera fase, luego de primera vuelta, muy probablemente contra Guillier, le obligará a dar un paso más al centro, cosa que a él poco le incomoda, sumando a los eventuales candidatos presidenciales de centro (Velasco, Parisi y otros) en un escenario en que el Frente Amplio no podrá, por definición, dar respaldo a Guillier si este pasa a la segunda vuelta.
¿Celebrar? Sí, pero con prudencia. El nuevo gobierno de Piñera mantendrá cifras y medidas económicas (poco se discute sobre eso), pero incorporará medidas incomodas para los socios de la derecha… Un gobierno más de centro, preparado para los debates de la sociedad moderna…
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