Este sábado 6 de sptiembre de 2025, en la ciudad de Cañete, se realizó un emotivo acto de conmemoración de un nuevo aniversario del Golpe de Estado ocurrido el 11 de septiembre de 1973, un evento que marcó para siempre la historia de Chile. Organizado por la Agrupación PRAIS de la comuna, junto con organizaciones de derechos humanos, el encuentro estuvo cargado de emociones, testimonios y reflexiones sobre uno de los episodios más dolorosos de nuestro país.
El Golpe de Estado cívico-militar, liderado por la Junta Militar encabezada por Augusto Pinochet, puso fin de manera violenta al gobierno democrático del presidente Salvador Allende. Aquel martes 11 de septiembre, el Palacio de La Moneda fue bombardeado y tomado por las fuerzas militares, dando inicio a una dictadura que se extendió hasta 1990. Este régimen estuvo marcado por graves violaciones a los derechos humanos, desapariciones forzadas, torturas y asesinatos, además de una transformación económica que dejó profundas huellas en la sociedad chilena.
Memoria como resistencia y pacto colectivo
El acto de conmemoración en Cañete destacó la importancia de los espacios de memoria como herramientas de resistencia y educación. Estos lugares, que transforman el dolor en memoria y esperanza, nos recuerdan que recordar no significa quedarse en el pasado, sino sembrar futuro desde la dignidad de quienes fueron privados de sus derechos más fundamentales. La memoria es un pacto colectivo que exige el compromiso de un "nunca más" como principio irrenunciable para construir una sociedad más justa y democrática.
Durante la jornada, sobrevivientes y expresos políticos compartieron testimonios desgarradores sobre las torturas y abusos sufridos bajo el régimen militar. Sus palabras hicieron eco en los asistentes, quienes reflexionaron sobre la necesidad de mantener viva la memoria para evitar que estos hechos deleznables se repitan. La ciudad de Cañete, como muchas otras localidades del país, no estuvo ajena a los horrores de la dictadura, con detenidos y torturados cuyas secuelas aún persisten en quienes vivieron en carne propia estos crímenes de lesa humanidad.
Un acto lleno de emociones y compromiso
El evento estuvo marcado por intervenciones profundamente emotivas, donde el dolor y la lucha se entrelazaron con la esperanza de un futuro mejor. Se rindió homenaje a las víctimas y a sus familias, quienes aún buscan respuestas sobre el paradero de sus seres queridos, arrancados de sus hogares sin explicación y desaparecidos para siempre. Este acto de memoria busca mantener viva la historia, transmitirla a las nuevas generaciones y reafirmar el compromiso de nunca olvidar.
La conmemoración del 11 de septiembre no solo es un recordatorio de los horrores del pasado, sino también una invitación a reflexionar sobre la importancia de la democracia, los derechos humanos y la justicia social. En palabras de los organizadores: "Recordar no es quedarse en el pasado, es construir futuro desde la memoria y la dignidad".
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