Muchas veces hemos escuchado como el oficialismo afirma que la competencia genera desigualdad, promoviendo una serie de políticas públicas que apuntaban a eliminar esta "segregadora realidad" logrando así por ejemplo eliminar la selección en los colegios, dando un mensaje claro: en los colegios nadie puede sobresalir, porque quien lo hace es un ente que provoca desigualdad.
Pero la PSU, la madre de la desigualdad - quien nos dice si puedes elegir dónde quieres estudiar o no- ni siquiera ha sido replanteada, salvo algunas modificaciones técnicas en cuanto a la forma pero nunca al fondo. Este año sin duda que los resultados de la prueba vinieron a ratificar varias cosas que no son para nada nuevas: La primacía de Santiago en los mayores puntajes versus la insostenible baja en regiones, La monstruosa diferencia entre los colegios particulares y públicos, Una notable reducción de los puntajes nacionales de sobre 230 el 2014 a 65 este 2015.
Los resultados de la PSU, deben analizarse desde otro punto de vista, porque son varios factores que influyen en ellos, como por ejemplo el nivel de preparación de los alumnos, el enfoque e importancia que le da a la prueba el colegio o liceo- porque aquellos que obtuvieron los mayores puntajes se dedicaban gran parte del año académico o incluso desde el primer año de ingreso a preparar a sus estudiantes para la temida prueba- el apoyo e interés de los padres; y así en su mayoría son variables que escapan al estudiante centrándose en su entorno.
Esta prueba es el arma del CRUCH (Consejo de rectores) con ella se llevan a los mejores puntajes, reciben mayores aportes por concepto del AFI (aporte fiscal indirecto) y tienen una mayor ponderación para efectos de la acreditación. Pero ¿ por qué no establecer otro sistema?, podríamos tener un sistema curricular, donde el alumno mediante diferentes actividades que realizare en la educación secundaria, sumaría cierta cantidad de puntos, los que serían ponderados al terminar 4° medio, así motivaríamos a los estudiantes a desempeñarse en distintas áreas, logrando una educación más integral, de esta forma le daríamos un sentido al asistir casi todo el día al colegio e invertiríamos el juego, serían las universidades las que buscarían a los estudiantes, no como lo que pasa hoy, así existiría verdaderamente libertad para elegir nuestra alma mater.
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