El llamado es claro, participar del Plebiscito, en un sistema democrático la calle importa, pero la forma de materializar e impulsar un cambio profundo es por la vía institucional, es ejerciendo el derecho a votar, una Carta Fundamental es el instrumento que recoge un pacto social.
Si el 18 de octubre de 2019, quedó en la historia de Chile, como el día en que estalla la cuestión social del siglo XXI, el 15 de noviembre, un mes después del estallido social, también lo hará por emerger como el día de un acuerdo político transversal, que viene a reflejar un sentir ciudadano cuyo origen es paralelo a la Constitución Política de 1980, sentir que para algunos puede ser exagerado pero qué duda cabe que resulta totalmente válido y legítimo. Es un avance, pero no es el fin, es solo la punta de la lanza y no restar a nadie del proceso, resulta primordial, pues todos tienen DERECHO a participar, controlar la ansiedad Constitucional y entender que un proceso serio de cambio constitucional requiere tiempo y trabajo, pero ojo que eso no implica que, los problemas no se puedan resolver en forma paralela a la redacción de una nueva Carta fundamental, es totalmente posible y NECESARIO.
Pero si alguien cree que este acuerdo apaciguará en una medida importante la crisis social, permítanme decirle que discrepo, y la razón es sencilla, este es un acuerdo que, si bien es digno de aplaudir, es simplemente lo que debía hacerse, me explico, el congreso está cumpliendo una de sus funciones intrínsecas, esto es, REPRESENTAR a los ciudadanos, a sus electores, electores que llevan un mes manifestándose, donde guste o no, piden una nueva constitución. Ahora si las personas creen que con una nueva constitución se resolverán de inmediato los problemas que catapultan la crisis, nuevamente déjenme discrepar; la Constitución Política de un país no es una barita mágica, que por el hecho de existir se solucionen los problemas mágicamente, pues hoy la mayoría de las soluciones rápidas se encuentran en cuerpos normativos de rango legal, sueldo mínimo, pensiones (con ciertas distinciones), Salud, educación, vivienda, etc. Pero sin duda que es un símbolo, una señal potente del comienzo de un nuevo Chile.
La Constitución Política es la norma principal de un Estado, es la regla principal de un país, es la que establece los límites al propio Estado en el ejercicio de sus poderes, estipula los Derechos Y Garantías de los ciudadanos frente al Estado, que resultan ser justamente herramientas que limitan tal poder que a veces parece todo poderoso, es la que establece que concepción de Estado es el que implementará un país ¿Subsidiario o Asistencialista? Es la que establece la división de los 3 poderes básicos e indispensables del Estado, Legislativo, Judicial y Ejecutivo, eso es en general una Constitución política.
Sin lugar a dudas que uno de los aspectos positivos de este estallido social es el creciente interés de la ciudadanía por conocer y adentrase en el Constitucionalismo, que me parece excelente, pues una sociedad informada y educada es la clave para alcanzar el desarrollo, y no me refiero únicamente a uno económico, sino que también uno espiritual, filosófico, intelectual, sino que también a uno de madurez social, un desarrollo que permita entender la idea simple de que la sociedad la formamos todos, que todas las opiniones son válidas, que es un deber social escucharnos, con respeto, con raciocinio, de lo contrario no tiene sentido que algunos se llenen la boca con proteger la democracia si solo se considera la opinión de algunos y ojo que si algunos creen que en Chile hasta hace algunos meses solo se escuchaba las voces de los más acaudalados, cuidado con pensar que la solución ahora, es escuchar solo a los que gritan más fuerte, y no hablo precisamente de las marchas.
Tenemos una gran oportunidad como país, como sociedad civil, ser protagonistas de un proceso extraordinario, por eso el llamado es a leer la Constitución, a entenderla, porque para cambiar algo es imprescindible saber lo que existe, ver por qué funciona mal y PROPONER IDEAS para cambiarlas y así mejorar; es súper fácil diagnosticar y señalar los problemas, cualquiera lo puede hacer, pero buscar soluciones, proponerlas y trabajar por ellas es mucho más difícil, pero mucho más enriquecedor y PRODUCTIVO. El diagnóstico de Chile es conocido y sabido por todos, enfoquémonos en el ¿cómo?, ya sabemos el ¿por qué? Todos podemos y debemos aportar, desde nuestras plataformas, desde nuestras virtudes, por eso el llamado es a participar, espero sinceramente que todos los chilenos que marcharon y también los que no lo hicieron, sean parte de este proceso, y que voten el plebiscito, que por ahora está pensado para llevarse a cabo en abril del próximo año.
Un Plebiscito que tendrá dos preguntas, que se centran en ¿Quiere usted una nueva Constitución? Y ¿Qué mecanismos usaría? Siendo la Convención Mixta (Congreso y ciudadanía) o Convención Constitucional, que vendría ser una Asamblea Constitucional, donde se eligen representantes, quienes serán los que finalmente participen en la discusión y redacción de un texto constitucional, que será refrendado por la ciudanía a través de un Plebiscito ratificatorio. ¿Pero cuál mecanismo elegir? Bueno conversémoslo si de eso se trata todo esto ¿no creen? Usted podrá elegirlo libremente y es espectacular, aprovechémoslo.
Existen miles de preguntas, los invito a responderlas todos juntos, a sumarse y no restarse, será difícil, eso se los aseguro, pero en la medida que exista convicción, respeto y unidad, ningún desafío es imposible de cumplir. Será momento de replantearse muchas cosas, siendo una buena oportunidad para discutir sobre modelo económico, democracia delegatoria, reconocimiento a pueblos originarios, el sistema de Gobierno, derechos sociales, atribuciones del Congreso, Forma de nombrar a integrantes de la Corte Suprema (máximas autoridades del poder judicial), Atribuciones del Tribunal Constitucional, FF. AA, Gobiernos Regionales y Locales y tantos otros temas tan importantes.
Finalmente, tengo la convicción de que si estás leyendo esto y sientes que el actual Congreso, que es la cuna de la “clase política” no te representa, la solución es sencilla, para las próximas elecciones no te quedes sentado en casa alegando contra los mismo de siempre, participa, vota y dale la oportunidad a otros, con nuevas ideas, con proyectos, a gente joven o de cualquier edad, pero sigamos renovando a la Elite Política, y si tienes la motivación piénsalo, quizás en ti esté ser parte del próximo Congreso y puedas aportar desde dentro, en la construcción de un futuro mejor, de un país más justo, pero también de un Chile más racional y respetuoso.
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