Hace pocos días miles de jóvenes rindieron la PSU, una prueba que dice "medir las aptitudes necesarias" para que un alumno pase a ser estudiante de la educación superior, pero sabemos que esa medición es mezquina, principalmente porque en Chile no existe lo que se llama "ecualización de la educación", que básicamente implica que desde Arica a Magallanes la calidad de educación impartida por los establecimientos educacionales debiese ser de un mismo nivel.
Una desigualdad en la calidad de los proyectos educativos que es muy fácil de comprobar con los resultados de la PSU, resultados que sin ser adivino se puede predecir que serán los mismos de siempre, los mejores puntajes los tendrán los colegios particulares subvencionados (en proceso de extinción), puntajes nacionales radicados en su mayoría en Santiago y los colegios vulnerables superando a penas la barrera de los 500 puntos.
Pero esta vez los quiero invitar a una reflexión más profunda, los quiero invitar a soñar con un futuro donde la educación sea el eje central de un país llamado Chile, un futuro donde el sistema educativo busque al estudiante y no al revés, donde el alumno tenga acceso a una educación integral que escapa de los contenidos estáticos y medievales, que vaya un paso más allá de copiar lo que el profesor escribe en la pizarra y de repetir como "loro" lo que el docente explica.
Una educación que te haga replantearte todo, que te impulse a pensar y proponer soluciones, que sea la cuna de los próximos Jobs, Stephen Hawking, que permita formar premios nacionales de ciencias, artes, de literatura e Historia, que existan más profes Maza; Es posible y el primer paso es preguntarse ¿Qué Educación Queremos?
Durante los últimos años se ha hablado mucho de "Educación de Calidad" que se ha usado como eslogan de campañas y de movimientos sociales, cuyos líderes pareciere ser que se acuerdan solo por momentos de lo que hay detrás de aquella consigna, pero en fin; pese a todo esto nunca se ha escuchado un plan concreto de cómo mejorar la calidad y cuál será el medio para llegar a ese destino.
La discusión se ha limitado exclusivamente a la forma de financiamiento, que resulta necesaria pero no esencial, porque eso implica acotar la discusión solo a la educación superior y la gran problemática está en la educación preescolar y primaria, allí está la verdadera desigualdad, esa de la que tanto les gusta hablar, pero no hacen nada para terminar con ella.
Lo primero entonces sería responder algunas preguntas muy simples comopor ejemplo: ¿Qué debiese saber un alumno que termina octavo básico? ¿Qué queremos que sepa? ¿Qué nivel de inglés buscamos que maneje? ¿Buscamos potenciar sus "habilidades blandas"? y una vez respondidas nos enfocamos en el ¿cómo? se le va enseñar y en ¿quié? lo hará.
Los alumnos se aburren en clases donde sólo habla el profesor, donde su única función es repetir lo que dice el docente, una clase estática e inerte, debemos avanzar hacia una clase donde el joven de 13 años sepa verbalizar una frase de su autoría, donde se atreva a pensar, a formar su propio criterio, que analice un problema y sea capaz de plantear una solución, básicamente una idea educativa donde creamos en el alumno y se potencien sus habilidades.
En la educación media en los colegios la cosa no cambia mucho, nos encontramos con jóvenes carentes de formación académica profunda, que no tienen confianza en sí mismos, que al llegar a 1° medio les hablan de lo importante que es la PSU y que su acceso a la Universidad y posterior "éxito" depende de ello, nuevamente se le marca un camino erróneo y donde el alumno no tiene poder de decisión; creo en una educación secundaria donde sean las instituciones de la educación superior las que busquen a los alumnos y no al revés, ¿cómo? A través del "Currículum académico".
La idea consiste en que el joven vaya realizando una serie de actividades en paralelo con sus responsabilidades académicas, como participar del club de ciencias, de debate, deportes, artes, y que las Universidades establezcan sistemas de ingreso por estas aptitudes, terminar con el monopolio de la PSU, creando múltiples vías de acceso a la Universidad.
El Currículum existe en EE.UU donde se ha consolidado como un sistema sólido de ingreso a la educación superior, que junto con incentivar las actividades extraescolares también ha mejorado el nivel académico.
Por otro lado, la carencia de orientación vocacional es latente, y constituye una de las causas principales de las altas cifras de deserción durante el primero año en la educación superior, se necesita educación deportiva, musical y artística, educación emocional y sicológica para enfrentar el siguiente peldaño educativo.
En Chile no se hecho una modificación estructural a la educación, entre otras cosas, por una inconsciencia legislativa, no por falta de recursos, porque de haber querido realmente hacer un cambio profundo en educación, lo habrían hecho ocupando los 15 mil millones de pesos (gasto fiscal anual que se mantendrá en el tiempo) que les costó aumentar los escaños de parlamentarios para las elecciones de 2017, dinero que en "algo" hubiera ayudado a mejorar la calidad de la educación.
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