Un lúcido análisis de un tema que ronda en nuestro ambiente político local, en días de bastante efervescencia por otro tema, el oscuro caso PENTA y sus irregulares financiamientos de campañas electorales. Análisis aportado por Rodrigo Sáez en su calidad de Director del Centro de Estudios Projecta.
La excusas más frecuente, para justificar una derrota de quienes tratan de arrebatar el poder es la atribución a quienes ganan una suerte de religión llamada clientelismo, que por cierto solo es reconocida en otros, ya que quienes la profesan le llaman reconocimiento, votación dura, etc, etc. Para acercarse a este concepto, trataremos de hacer una definición, es así como podríamos decir que el clientelismo es la utilización abusiva del poder del estado, para lograr votos a favor de quien sustenta el poder.
Es bajo esta definición que los ciudadanos son mirados como clientes y ellos entregan su voto a cambio de favores, un puesto de trabajo, una canasta, materiales de construcción, becas y todo lo que quien ejerce el poder pueda entregar o “el cliente” ciudadano necesite.
Sin entrar en un cuestionamiento moral o ético de este comportamiento, que por cierto es inoficioso para lo que se quiere y solo constatando el hecho, se hace necesario preguntarse ¿se puede derrotar una maquinaria como es el clientelismo?....la respuesta debería ser SI, es difícil por cierto, pero se puede. En las elecciones municipales del 2012, del Bío Bío al sur, de las diez comunas solo en tres hubo reelección de sus alcaldes (San Pedro de la Paz, Coronel y Arauco) las razones pueden ser muchas, pero para efectos de este artículo aplicaremos Ceteris Paribus, es decir, todos los demás factores los dejaremos constantes y nos concentraremos en el clientelismo.
Que nadie crea que por tener estructurado un sistema clientelar tiene asegurado el triunfo electoral o por el contrario, que por enfrentarse a un oficialismo de estas características tiene asegurada la derrota.
El principal problema para el opositor no está en la conducta de quien “compra” los votos sino en la mente de quien acepta el procedimiento, se desgasta denunciando y tratando de dejar en evidencia esta conducta de parte de quien usa el estado para un fin electoral y no se concentra en lo que se requiere. Primero reconocer que para la existencia de un clientelismo, debe haber un amplio sector del electorado que lo acepte, sector que está conformado por dos tipos de electores, muy diferentes:
1.- Electorado aspiracional, es un elector que ve la política como un lugar donde lograr ventajas personales directas e inmediatas.
2.- Electorado necesitado, es un elector que vive una situación difícil, lleno de carencias y muy pocas esperanzas.
El primer electorado es el núcleo duro del clientelismo, difícil que deje de pertenecer, ya que solo está en cuestión su permanencia si siente que la oposición se puede transformar en gobierno, en ellos no influyen las campañas, razones o comunicación política.
El segundo electorado es cual debe concentrar las fuerzas, ellos pueden cambiar, por ello se debe establecer una estrategia y un plan bien definido, no basta con decir lo que harían si tienen el poder, se requiere un mensaje específico para ellos y sus familias.
Para ello es necesario considerar algunas acciones para el Electorado necesitado:
Promover experiencias que les permitan ver más allá del estado para la solución de sus problemas, ONG, Fundaciones, asociatividad, Sindicatos, etc.
Apuntar a un elector nuevo, más joven que tenga menos asumido el clientelismo.
Plantear forma distinta de gestión de esos espacios de poder.
Impulsar avances tecnológicos que apunten a quitar la importancia de los “cachenchos” políticos, esos gestores y hacedores de cosas e información del estado.
Despolitizar el mensaje colocando énfasis en lo cultural y social, más que en lo partidario.
Valorizar el contacto personal, con un dialogo honesto y directo.
Construir un horizonte de esperanza, donde se vean ellos y sus familias.
Esta son algunas de las forma de enfrentar el clientelismo, no son la receta por cierto, pero ayudan.
Aporte Centro de Estudios Projecta Ltda. / Director Rodrigo Sáez Araneda.
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