Este árbol endémico del Maule enfrenta diversas amenazas que lo tienen en peligro de extinción. Arauco busca asegurar su supervivencia mediante propagación, restauración y migración asistida frente al cambio climático.
El ruil ( Nothofagus alessandrii ), árbol endémico del bosque maulino y considerado un fósil viviente, enfrenta serias amenazas por incendios, pérdida de hábitat y especies invasoras. Aunque su distribución natural se ha reducido a relictos entre Curepto y Cauquenes, su capacidad de rebrote y regeneración ha abierto nuevas esperanzas para su conservación.
Arauco ha asumido un rol protagónico en esta tarea a través del Vivero Quivolgo, desde donde lidera un programa integral de propagación del ruil. Allí se recolectan semillas en zonas de alto valor de conservación, se clasifican por origen genético y se cultivan bajo condiciones controladas para su posterior reintroducción. Además, la empresa trabaja en identificar nuevas zonas climáticamente aptas para asegurar la supervivencia futura de la especie.
Estas acciones se complementan con proyectos de restauración que controlan especies invasoras y protegen la diversidad genética del ruil. Gracias a la colaboración entre Arauco y entidades públicas y privadas, se busca no solo restaurar los fragmentos de bosque donde aún persisten, sino también anticiparse a escenarios críticos mediante la migración asistida y la creación de nuevos refugios para esta especie única. El ruil, considerado un fósil viviente del hemisferio sur por su linaje ancestral, podría así encontrar nuevos refugios y asegurar su permanencia en el tiempo como símbolo de resiliencia ecológica.
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