En la Población Santa Clara (parece que este nombre originalmente era del fundo que pertenecía a un señor de apellido Anguita) hacia el poniente había una loma que sirvió de cancha de fútbol durante algún tiempo para un variado grupo de jóvenes y amigos.
Con mi hermano Luis allí tratamos muchas veces de atrapar una golondrina que siempre volaba a ras de suelo (seguramente no era la misma que pasaba todas las veces) por lo que nos agazapábamos por largos ratos escondidos en el pasto a esperar que pasara, nunca logramos atraparla a pesar de todas las trampas que le preparábamos.
Una vez agarramos un pajarito que estaba recién emplumando ; seguramente lo encontramos en su nido, preparamos un agua con poleo en un tarro , lo desplumamos y lo bañamos para que estuviera limpio. El problema vino después cuando quisimos ponerle nuevamente las plumas y soltarlo.
En otra oportunidad hicimos unos cuchillos de madera y salimos a jugar a la cancha; nos sacamos la camisa, nos pintamos como los indios que habíamos visto en las películas del oeste y nos escondimos a esperar que pasara algún “blanco” para atacarlo.
Desde la casa de la familia de Don Guillermo Alarcón a quién le decían “El Melón”; (cuya hija Raquel se casó con Don Luis Castillo, quienes tuvieron 4 hijos, dos varones y dos damas) que era que criaba gansos salió la niña que efectuaba el trabajo de cuidado de los mismos y nosotros dejando nuestro escondite salimos en su persecución aullando como locos y blandiendo los “cuchillos” en el aire. La pobre niña gritaba y corría escapando de nosotros como alma que lleva el diablo.
Mas tarde cuando llegamos a casa mi abuelita Hortensia nos estaba esperando furiosa porque habían ido con el cuento; nos dio unas palmadas muy fuertes en el trasero y a mí me echó que me fuera para mi casa. Yo no aparecí por ahí como en tres días y con eso castigaba a mi abuelita que a fin de cuentas sufría más que yo.
Tal vez fue como el año ´67 que un día indeterminado a estas alturas de la vida, aparecieron en la cancha muchos paneles apilados en varios montones; en realidad nunca había visto este tipo de paneles y no sabía para qué servían.
De repente estos paneles comenzaron a instalarse y fueron apareciendo en la cancha unas casas perfectamente ordenadas en dos manzanas dando paso a la Población Nueva Santa Clara y con ello se produjo por un lado la llegada de nuevos amigos y por otro la desaparición para siempre de nuestra cancha de fútbol.
Muchos nombres se han perdido en el tiempo pero entre esa gran cantidad de amigos llegó Antonio Aguayo Venegas ( quién fue mi compañero de curso en la Escuela Nº 1), los hermanos Cayupe que practicaban boxeo, los hermanos Leonel “Hueple” y Jaime “Oveja” Navarro; Lucho Pájaro, Oscar Zapata, los hermanos Juan y Carlos Muñoz (los Calú), las hermanas Alarcón (me parece que eran 4; recuerdo a Inés y “la Toya”). El misterioso Geo que abría la puerta de su casa que apenas el cabía para salir o entrar. Un hombre entrado en años que le decían el “Manco” Barrera y que en realidad era cojo.
En el año 1969 se realizó entre los vecinos la inauguración de la población; era una fiesta para los niños según puedo recordar. De repente alguien llama a mi papá quién me dice que lleve la guitarra y me indican que debo cantar en un improvisado escenario que habían instalado. Nunca tuve claro a título de qué fue aquello pero estuve largo rato tocando la guitarra y cantando allí. Con eso se dio por inaugurada la población.
Luego con la llegada de la señal de Canal 7 Televisión Nacional se instaló en la sede de la Junta Vecinal, que curiosamente se llamaba “El Esfuerzo” y no Nueva Santa Clara; un televisor marca Geloso donado por el comerciante local Don Elías Jana Santibáñez quién regaló uno en cada unidad vecinal para que los vecinos en general pudieran tener acceso a esta nueva forma de diversión, esparcimiento y cultura de forma gratuita porque los televisores costaban un ojo de la cara y la mitad del otro; como decía mi abuelita.
Esta nueva modalidad de esparcimiento mitigó un poco la falta de nuestra antigua cancha de fútbol y varios vecinos ya no iban a sus reuniones de rayuela porque preferían estar en la sede viendo televisión.
Tragedia aparte era cuando por alguna razón no llegaba la señal o se cortaba la energía eléctrica; pero ese es otro cuento.
“Tugar tugar , salir a bailar “ Animado por Juan La Rivera ,Tele Minimundo animado Por Tommy Davis como el Señor Corales, “Los Titanes Del Ring” animado por Octavio Sufán ( a quién tuve el privilegio de conocer años mas tarde en Radio Portales), Buscando Novia a Papá con Bill Bixby, Área 12 con Martin Milner y Kent Mc Cord, “Cheyenne” con Clint Walker , “Bronco” con Ty Hardyn; el “Bigotazo” de Edmundo “Bigote” Arrocet en el Festival de la Canción de Viña del Mar de 1971 y su merecida Gaviota De Oro; los bailes de “Tevito” al son de Charagua Nº 5 de Quilapayún eran entre varios los programas que cautivaban la atención de todos los vecinos que repletaban la sede vecinal por aquellos días.
Los días domingos cuando se transmitía “Los Titanes del Ring” faltaba espacio en la sede que no era otra cosa que una mejor de 6x 3 metros para cobijar a tanto vecino fanático del programa.
Con mi hermano Luis llevábamos un cuadro de estadísticas para saber las luchas ganadas por nuestros favoritos.
Tiempo después nacerían hacia el norte de la Población Santa Clara dos más; una hacia el poniente de la calle Mariqueo (si es que la prolongación se llama así actualmente; eso no lo sé) llamada “Población Anguita” y la otra al nor-oriente desde la casa de las familia Vidal y Villarroel llamaba “Cañete Limitada”, hasta la Escuela 3; allí se fueron a vivir mis compañeros de curso Enrique Leiva Medina y Hugo Moreno Padilla.
Luego, un poco mas al norte y junto a la Escuela 3 nacería la “Población Cooperativa Cañete Limitada” donde se fueron a vivir mi hermana Ana María Flores Olave (Q.E.P.D.) quién se casó con mi ex-compañero de curso Claudino Fredes Torres y que tuvieron dos hijos , Claudio y Susana.
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Vamos a regresar a mi barrio de Camino a Cayucupil para comentar que por el mes de noviembre de 1973 aprovechando la coyuntura política del momento Don Juan Martínez que vivía en la esquina de Esmeralda con Mariqueo y que era el encargado de la parcela donde yo vivía le hace una demanda a mi papá de no sé qué en el Juzgado de Letras de Cañete y consigue sin mayores preámbulos que tengamos que marcharnos de allí.
Por razones de índole laboral nos tuvimos que trasladar como a las 4 de la mañana en un camión de los Concha que vivían como a 200 metros y que eran amigos, y según se decía familiares lejanos de mi papá... Llegó Hernán Concha a esa hora de la madrugada con su camión donde embarcamos todas nuestras pertenencias y nos fuimos a la Población Larroulet a casa de mi tía Uberlinda Flores Arriagada en calle Petit-Laurent mientras se tramitaba un sitio para instalarnos definitivamente.
La “Población Larroulet” hoy llamada “Juan Pablo Segundo”, se formó con gente llegada de todos los sectores de Cañete siendo los primeros habitantes del lugar mi tío Hernán Castillo casado con mi tía Ernestina Olave Olave , hermana de mi mamá; quienes primeramente se instalaron en el costado sur del denominado bosque de Toussents ( no sé si se escribe así) para luego cuando se formó la población como tal les correspondió también en la calle Petit-Laurent.
Tenía yo en aquel momento 16 años y comenzaba una nueva etapa de mi vida en un barrio donde aparte de mis tíos no conocía a nadie, pero ese no era problema porque tenía toda una vida por delante y había que descubrir muchas cosas; especialmente donde estaban los amigos ahora.
Sólo era cuestión de tiempo.
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