Cuentan que los sándwiches se inventaron para liberar, en la medida de lo posible, las manos de los jugadores de cartas que no querían interrumpir sus partidas ni siquiera para comer.
Este origen, sin darnos cuenta nos revela una de las tendencias más comunes hoy entre los trabajadores, que es el consumo de sándwiches durante las horas laborales.
Es cierto que no es simplemente este motivo el que hace que los sándwiches sean el alimento preferido a la hora del desayuno o del almuerzo de los trabajadores, la realidad es que existen varios motivos de peso que han ido, poco a poco, consolidando este hábito.
¿Por qué elegimos comer sándwiches en el trabajo?
1. Es una comida saludable y adaptable a cualquier estación del año.
El sándwich es una receta interesante en cuanto al formato que ofrece. Fácil de transportar, fácil de preparar, e incluso fácil, hoy en día, de recibir directamente en nuestra oficina o lugar de trabajo.
Por supuesto, el sándwich es, sobre todo, fácil de comer, pero es que además ofrece infinitas posibilidades de combinaciones de sabores en su interior, por lo que comer sándwich cada día no significa automáticamente que no podamos estar llevando a cabo un plan de dieta saludable y variada.
Un buen ejemplo de ello podemos encontrarlo en los menús de sándwiches que ofrecen cadenas de restauración como Wendy’s, que incorpora diferentes ingredientes en la proporción adecuada, siempre pensando en la salud del consumidor. Asimismo, como veníamos diciendo, no debemos pasar por alto la posibilidad de recibir estos menús directamente en nuestro lugar de trabajo. Si eres de los que se despierta con el tiempo justo para ir a trabajar, esta opción te ahorrará el tiempo y la previsión que necesitas para no llegar tarde.
Otro aspecto que debemos tener en cuenta en cuanto a los sándwiches es su versatilidad. Se pueden consumir tanto fríos como calientes, por lo que no importa la estación del año en la que nos encontremos, nuestro sándwich siempre podrá estar adaptado al tiempo y a nuestras apetencias.
2. No necesita de más complementos a la hora de ser ingerido.
Si trabajamos en un sitio cerrado, podemos llevar nuestro sándwich con nosotros a un espacio abierto y comer al aire libre, en los descansos del trabajo. Si por el contrario, trabajamos en un sitio abierto no necesitaremos utilizar mesa, cubiertos o demás utensilios que seguramente no estarán a nuestra disposición.
Del mismo modo, el embalaje que envuelve el sándwich suele ser desechable, por lo que no tendremos que preocuparnos por volver a casa cada día cargados con cubiertos o recipientes que ocupan espacio y que posteriormente, cuando solo nos apetece relajarnos, tendremos que lavar.
3. Favorecen la interacción entre compañeros de trabajo y la concentración si trabajas solo.
Al igual que los jugadores de cartas, puede que si trabajas solo no te apetezca interrumpir tu trabajo en un momento de máxima concentración, o cuando estás a punto de terminar algo. Estos momentos, además, suelen coincidir con los momentos en los que tenemos más hambre, ya que suelen ocurrir cuando ya llevamos varias horas trabajando y nuestro cerebro está en pleno funcionamiento. Por esta razón, tener un sándwich a mano nunca viene mal y será tu perfecto aliado en el trabajo.
Si, por el contrario, trabajas con compañeros una comida tan adaptable a todos los ambientes os permitirá elegir un buen sitio para comer y disfrutar de las pausas del trabajo y de la comida en buena compañía.
Por todas estas razones, si estás leyendo esto en el trabajo y aún no has decidido que vas a comer ¡adelante!
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